El que una jueza, María Belén Ureña Carazo, del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Marbella utilice la expresión “Galicia profunda” para referirse a la aldea de Muros (La Coruña), le ha supuesto que todos los partidos de la Cámara gallega se unan para acordar una declaración institucional de rechazo. El auto de la jueza habla de Marbella, donde reside el padre de un niño, como ciudad cosmopolita con todo tipo de infraestructuras, en contraposición a la Galicia profunda, a la que se ha trasladado la madre. Claro, el fondo de la cuestión es que la jueza le da la razón al padre y eso no lo consienten los partidos gallegos, incluido el nacionalista PP de la Comunidad, que no quiere distanciarse de las políticas de género que impone la izquierda. Suba a este Paraíso esta jueza tan sensata injustamente atacada por la partitocracia.