Cayetana Álvarez de Toledo, en El Mundo, el pasado 7 de febrero: “Cada vez menos mandan cada vez más sobre partidos más pequeños. Le ocurrió a Ciudadanos en épocas de Albert Rivera. Y le ha ocurrido también al PP. La fragmentación de su espacio electoral en, como mínimo, dos pedazos (y ya veremos el reparto) es consecuencia de esa deriva. Y la dificultad de reagrupar el constitucionalismo en Cataluña, también.
“Miré a mi grupo. Me alegró ver que muchos compañeros, incluida la dirección, aplaudía la decisión de Sayas y Adanero de romper la disciplina de voto en defensa de sus convicciones y del interés de España. Significa que hay esperanzas. Lo apunté en el recurso contra la multa que me han impuesto por no apoyar el reparto con Sánchez de los magistrados del Tribunal Constitucional: la Constitución prohíbe expresamente el mandato imperativo y afirma que el voto de los diputados es personal e indelegable. Además, la sentencia del TC 10/1983 deja claro que los diputados no somos meros cojines de nuestros escaños, en afilada expresión de Sayas, ni muñecos de un ventrílocuo: las listas de candidatos son simples propuestas y la representación, en el sentido jurídico-político del término, surge solo con la elección y es siempre representación del cuerpo electoral y nunca del autor de la propuesta”. Suba a este Paraíso doña Cayetana.