Los refugiados que lleguen en patera no recibirán asilo en el Reino Unido, a diferencia de España, por ejemplo. Así se intenta disuadir a las mafias que operan en el Canal de la Mancha. Los abogados de derechos humanos, y que cobran por ello, dudan de la legalidad de las nuevas medidas, y están en su papel.
Los que busquen protección como refugiados en Reino Unido tendrán que ser evaluados en función de cómo hayan llegado al país, lo que no es más que cumplir la ley. Si esos inmigrantes han llegado a través de rutas ilegales, no tendrán derecho a permanecer en suelo británico. Este modelo está inspirado en Australia.
Los delincuentes que disponen de barcas para hacer la travesía de Francia a Inglaterra se lo van a pensar más porque se enfrentarán a penas de cadena perpetua, y los inmigrantes con antecedentes penales deportados que regresen al Reino Unido podrían ser castigados con cinco años de cárcel, frente al máximo actual de seis meses.