Vicente Almenara.- La pandemia sorprendió a todos, incluso a quienes no debía, el Gobierno y las autoridades sanitarias y ahora que acabamos de salir del estado de alarma iniciamos un camino de problemas, no solo de salud sino también económicos y muy importantes. En este contexto, la prevención de riesgos laborales y la salud en el trabajo es fundamental. De la situación en Málaga y del trabajo del Grupo ANP hablamos con Emilia Rengel, directora de Recursos Humanos. Con amplia experiencia en la vida laboral y empresarial conoce las dificultades a las que nos enfrentamos todos.
Sería importante saber cómo colaborar con los trabajadores en esta situación de pandemia, con independencia del sector. ¿Cuáles son los rasgos comunes a este trabajo que desempeñáis en prevención de riesgos laborales?
Con esta situación nos hemos enfrentado a muchos retos. El primero de ellos es que hemos estado gestionando desde la incertidumbre y con cierta inseguridad jurídica, atendiendo una legislación que se aprobó de urgencia para un plazo relativamente corto y que luego hemos visto que se ha ido alargando en el tiempo. En ese sentido, la gestión de los recursos humanos ha sido complicada porque al principio tuvimos que tomar, como todas las empresas, decisiones muy arriesgadas y día a día vamos adaptándonos. En nuestro caso, como servicio de prevención, lo hacemos de diferentes maneras. Por un lado, la gestión interna de nuestras personas, de la misma manera que el resto de las empresas, todos se han marchado a teletrabajar, aunque nosotros teníamos desde hace años la opción de que determinadas personas voluntariamente podían ya teletrabajar, pero la situación de emergencia hizo que toda la plantilla pasara a hacerlo, cuando en muchos casos esa cultura del teletrabajo no existe. Por ese lado ha sido difícil, nos estamos adaptando. Por otra parte, nos hemos visto con la necesidad de ir aprendiendo día a día porque la normativa en materia sanitaria ha sido muy abundante. Tenemos un papel de colaboración con el Sistema Nacional de Salud y hemos tenido que hacer otro tipo de trabajos que hasta este momento no lo hacíamos, referente a tests y pruebas de Covid, por ejemplo. La verdad que ha sido difícil.
Con los trabajadores, en especial en la provincia de Málaga, aunque no sólo trabajáis aquí, ¿representa una especificidad teniendo en cuenta que el sector servicio es el predominante?
Tenemos clientes de empresas que no han paralizado la actividad (residencias de ancianos, sector agroalimentario), pero del sector servicios todos han parado (hostelería, hoteles, construcción en un primer momento). Nuestra actividad estaba considerada como esencial pero, claro, solamente para determinadas actividades puesto que nuestros clientes cerraron. Hemos tenido que adaptar nuestra plantilla al cliente que quedaba, que continuaba con su actividad. Eso ha sido y está siendo muy difícil porque, si bien es cierto que todas las actividades ya están permitidas, no todas las empresas están abriendo sus centros de trabajo debido también a la incertidumbre que hay, a la inseguridad jurídica de no saber qué va a pasar con los expedientes de regulación de empleo, si va a haber prórroga o no, si el cliente va a venir, etc… Yo creo que Málaga sí que está bastante afectada en este sentido, ya que el sector turístico para Málaga es primordial.
¿Va a normalizarse la situación a corto plazo? ¿Cómo crees que evoluciona la llamada “nueva normalidad”?
Sinceramente, creo que no lo sabemos, además nosotros tenemos casos de todo tipo. En contacto con clientes del sector hotelero hemos estado preparando planes de contingencia para la apertura de los establecimientos y llegado el momento han decidido no abrir, por el momento. Por lo tanto, desconocemos cuál va a ser esa tendencia. A todos nos gustaría que de vuelta a la “nueva normalidad” todo sea como antes del estado de alarma, pero eso es irreal, eso no va a ocurrir. Nada va a ser igual.
¿Crees que es una cuestión de tiempo o de otros factores?
Detrás de todo hay cuestiones sanitarias, pero entran en juego diversos factores: la economía, la confianza del ciudadano en cuanto a necesitar determinados servicios, etc… Estamos todos igual, no sabemos cómo va a evolucionar. Hace unas horas he leído la noticia de que habían aumentado las reservas en el sector turístico y concretamente Torremolinos estaba en el top 1 en cuanto a nuevas reservas pero, claro, una cosa es una reserva que se puede anular un día antes y otra cosa es que el turista ya está aquí.
¿El empresario es consciente de la situación en la que estamos? ¿Se deja asesorar o, por el contrario, tiene ideas propias y cree que puede salir adelante con sus decisiones sean cuales sean?
El empresario sí se está dejando asesorar. En materia preventiva, que es lo que a nosotros respecta, se está dejando asesorar más que nunca, está viendo que la prevención de riesgos laborales ahora es mucho más importante que antes. Otra cosa es lo que haga el empresario finalmente, pero nuestra experiencia, en cuanto a prevención, es que sí se deja asesorar. Por ejemplo, si se le dice que debería hacer un plan de contingencia para su empresa en tales términos, no solo se deja asesorar, sino que está confiando y está poniendo en manos del servicio de prevención la seguridad de sus trabajadores y de los posibles usuarios o clientes de su establecimiento. Otra cosa es que retome su actividad o no. Nosotros marcamos un entorno seguro, pero es el empresario el que decide dar el paso de reiniciar su actividad.
¿Notáis diferencia entre la empresa tecnológica, la poca industria que tenemos y el agroalimentario y los servicios?
Claro, indudablemente. El agroalimentario no ha parado su actividad. Construcción ha ido reiniciando su actividad que estaba paralizada. Y, luego, el pequeño comercio va en función de la dimensión que tuviera esa plantilla y de cuanto arriesga el empresario, es decir, si por ejemplo levanta el expediente de regulación temporal de empleo y va a poder hacer frente a esos costes.
El trabajador, en la adopción de medidas especiales de prevención en el desempeño de su trabajo ¿es consciente?, ¿tiene miedo?, ¿cumple esas medidas?
En general, los trabajadores las cumplen. En estos planes de contingencia se contempla una formación específica sobre el Covid que recibe el trabajador, que además se preocupa por la utilización de sus equipos de protección individual, por el mantenimiento del alcance de seguridad, quiere saber si va a tener una mampara, está dispuesto a hacerse un test, etc… En este sentido, trabajadores y empresarios están colaborando.
Conocemos casos de cierres de locales, sanciones, intervenciones de la Policía con empresarios y trabajadores…
Este es un servicio que se demanda, es decir, el empresario que va a reiniciar su actividad se pone en contacto con el técnico de prevención para que le marque las condiciones de seguridad para llevarlo a cabo, demanda esa formación para el trabajador y, de la misma manera, demanda la vigilancia de la salud y la realización de test en muchos casos. En ese sentido, esa minoría que indicas no se ha dado en nuestro caso.
Esta pandemia, a la vista está, no estaba prevista. ¿Hay algunas otras contingencias que no tenemos previstas en protocolos y pueden suceder mañana?
Esto nos ha sorprendido a todos. Pero, además del factor sorpresa, está el hecho de que si lo estoy viendo venir puedo actuar ya. Por lo tanto, si nos enfrentáramos a esta situación de nuevo habría que aprender que la prevención es muy importante y anticiparse a los protocolos en todos los sentidos, no solamente en hacer un test, sino tomar medidas en la prevención primaria. Esperemos que hayamos aprendido de esto y si viene otra cosa parecida seamos capaces de prevenir antes, que yo creo que se podría.
Se dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Porque si en octubre, como algunos pronostican, hubiera un rebrote y volviéramos a las mismas, pues tendríamos que tener un juicio muy negativo de nosotros mismos.
Espero que el rebrote no se produzca, pero si se produjera, desde luego por el servicio de prevención no va a ser porque todos nuestros técnicos en todos esos planes de contingencia se prevé qué hacer en caso de contagio de un trabajador, qué hacer en caso de contacto de un trabajador con una persona contagiada de su entorno, etc… Es decir, si los planes de contingencia se implantan y hay un rebrote sabremos qué hay que hacer y tendremos más controlada la situación porque, como he dicho, se han contemplado estas nuevas situaciones de riesgo.