No se puede negar que en la era tecnológica de hoy debemos esperar y aceptar el cambio dentro de nuestras aulas. Después de todo, estamos preparando a nuestros estudiantes para futuros trabajos que, en muchos casos, aún no existen.
Para muchos líderes educativos, este puede ser un momento desalentador, reconocemos la necesidad de adaptarnos y cambiar la forma en que administramos la enseñanza y el aprendizaje que tienen lugar en nuestras escuelas y, sin embargo, también nos preguntamos hasta dónde debemos llegar.
¿Queremos realmente ser parte de una revolución educativa que, en el futuro, nos haga sentirnos culpables por no reconocer la necesidad de encontrar un equilibrio? Ese que tiene que existir entre el uso de métodos tecnológicos y tradicionales, de enseñanza y aprendizaje. Sin duda, nuestro objetivo es encontrar esa estabilidad entre los dos y no es una tarea fácil, pero no debemos ignorarlo ni admitir la derrota.
Los nuevos modelos de enseñanza y aprendizaje se promueven continuamente como el futuro de la educación. El aula invertida (the flipped classroom) es solo un ejemplo, se trata de un enfoque de la enseñanza que se está volviendo más popular desde la llegada de Internet, y las mejoras de sus conexiones dentro de las escuelas. Es un cambio de 180 grados en la educación tradicional. Dentro del aula invertida, los estudiantes tienen acceso directo al conocimiento y el maestro sirve como preparador y mentor.
Las muchas ventajas de adoptar este modelo incluyen: aprendizaje al ritmo de los alumnos, siendo estos los que preparan su clase, pueden trabajar cuando lo deseen y tomar el tiempo que les sea necesario para finalizar la tarea, siempre y cuando esté antes de la fecha límite.
Se afirma firmemente que los estudiantes tienen la oportunidad de profundizar en el tema utilizando este enfoque de aprendizaje; cuando los alumnos tienen un conocimiento básico sobre una determinada materia, el profesor puede ofrecer más material de aprendizaje para aquellos que están buscando realizar un desafío mayor.
También les da a los padres la oportunidad de ver en vídeo algunas lecciones de las materias, así pues, si un estudiante no entiende un concepto determinado, los padres pueden ayudarles en casa.
Todo esto suena maravilloso, ¿verdad? Excepto que este nuevo modelo se basa en gran medida en el uso de Internet, no solo para acceder al material del curso, sino también para realizar investigaciones y proyectos.
La excesiva dependencia de Internet está provocando un aumento en los plagios en los últimos años; los estudiantes pueden simplemente copiar y pegar de las enciclopedias más comunes que se pueden encontrar en la web y, en algunos casos, los ojos de los docentes, no preparados, pueden otorgar buenas notas indebidamente.
Otra preocupación, que conozco bastante bien, ya que soy madre de dos hijos, es el poder de la distracción. Incluso con el alumno más comprometido, el «clic» incorrecto puede llevarlo a algo «más interesante» que la tarea real en cuestión. Dando a los adolescentes de hoy el beneficio de la duda, este «clic», mencionado anteriormente, puede ser completamente inocente; un proyecto de investigación sobre la Guerra de Troya y estás a solo un milisegundo de la tentación de unirte a un juego en línea vinculado, de forma subliminal, a la tarea de la historia. Sería tentador, incluso, para la mayoría de los adultos que se enfrentan a una tesis de 10,000 palabras, pero no estamos aquí para jugar al juego de la culpa.
Pero lo que es aún más preocupante sería que estas nuevas tecnologías alejan a los alumnos de una de las instituciones más fundamentales y, de hecho, de una de las representaciones más simbólicas de la educación per se: la humilde biblioteca, para mí el corazón de cualquier buena escuela. Es como la vieja canción, ‘El vídeo mató a la tienda de radio’, excepto que el culpable en esta ocasión no es el vídeo, sino Internet. Los estudiantes de todas las edades deben experimentar el encanto de entrar a la biblioteca con un propósito claro en mente y es el de ser capaces de ubicar libros usando el sistema de índice correctamente, experimentando la satisfacción de encontrar «ese libro» que seguramente les ayudará a obtener las mejores calificaciones en sus trabajos, y sintiendo, por supuesto, el aroma distintivo de hojear un libro viejo. Sí, tú y yo podemos apreciar esto porque somos de una generación diferente, pero es nuestra generación la que tiene el deber de cumplir también con estos alumnos; En contraste y desafío a la infame canción, no debemos permitir que la biblioteca sea eliminada y reemplazada por una sala llena de ordenadores portátiles y tabletas, lo que me devuelve a mi objetivo original: encontrar el equilibrio adecuado.
Me gustaría presentar un tercer concepto: hasta ahora solo nos hemos centrado en lo que sucede dentro del aula, ya sea «inverso o no», ¿qué hay de cerrar la puerta del aula, escapar de esas luces fluorescentes y salir a la calle y aprender? Al enseñar en España, tenemos la suerte de vivir en un clima que permite que esto suceda y, sin embargo, muchos de nosotros tememos dejar atrás las cuatro paredes, temerosos de lo que podría suceder si nos aventuramos a salir del aula con nuestros estudiantes.
La educación al aire libre tiene muchos beneficios y se pueden planificar lecciones para todas las edades y todas las materias. Solo se necesita un salto de fe para darse cuenta de lo beneficioso que es enseñar afuera. El aprendizaje al aire libre tiene una gran cantidad de impactos positivos para los estudiantes: funciona en su motivación intrínseca para el aprendizaje, proporciona lecciones amenas, aumenta la creatividad, activa y promueve el pensamiento «fuera de la caja».
Llevar a los estudiantes fuera del aula para aprender mejora su salud y su bienestar, sus habilidades sociales y su comportamiento. Además, se ha demostrado que fomenta una mejor asistencia, trabajo en equipo y reduce el acoso escolar.
En efecto, la «ventaja» de implementar este modelo educativo es que también beneficia a los docentes, a aquellos que sí dan ese salto de fe, en términos de mejoras para la salud ya que el aprendizaje al aire libre también tiene un impacto positivo en la salud y el bienestar de los docentes. Además, se ha vinculado a niveles más altos de satisfacción laboral. Seguramente, todos deberíamos abrazar este modelo tanto como cualquier otro.
Una vez más, vuelvo a la meta original: encontrar el equilibrio adecuado. En ese sentido soy afortunada, ya que en Novaschool Sunland International creo que hemos encontrado la sinergia entre los tres puntos expuestos. Estamos orgullosos de tener nuestra plataforma de aprendizaje online myAgora +, a través de la cual, los estudiantes tienen acceso al material tanto en la escuela como en el hogar, se informa a los padres sobre el progreso de éstos, a través de correos electrónicos generados automáticamente después de que se hayan registrado las faltas, y la plataforma proporciona a los padres material de apoyo para ayudar a los niños en casa. Sin embargo, también utilizamos métodos tradicionales de enseñanza y aprendizaje en línea con la pedagogía británica, dando a los estudiantes la oportunidad de establecer vínculos con la formación a través de experiencias prácticas; Ya sea una batalla histórica realizada en las áreas de juego, o sea la capacidad de aprendizaje al experimentar con agua y arena, nunca reemplazaremos estos importantes momentos de instrucción con vídeos de ‘You Tube’®.
Sin embargo, para mí personalmente, creo que hay algo que juega a nuestro favor y es nuestro campus de 40,000m2; ¡Decir que abrazamos la enseñanza al aire libre no nos hace justicia! Tenemos un aula del bosque que tiene su propio horario de enseñanza y siempre hay que reservar hora para poder aprovechar esta maravillosa zona. Sin embargo, las clases, ni siquiera tienen que ser en esa aula del bosque para poder disfrutar de nuestro entorno; son muchas las ocasiones en las que simplemente he llevado a mi grupo de literatura a la zona de picnic o durante el verano, he leído con mis alumnos mientras sumergíamos nuestros pies en la piscina. Tengo la fortuna de enseñar y de ser la directora de Novaschool Sunland International y continuaré asegurando que se mantenga el equilibrio perfecto de 1/3, para que todos nos beneficiemos de un enfoque holístico de la educación en el siglo XXI.