Entrevista con Antonio Soler Heredia, CEO y director gerente de VisionTIR - El Sol Digital
Entrevista con Antonio Soler Heredia, CEO y director gerente de VisionTIRLa cámara termográfica que ha desarrollado VisionTIR

Entrevista con Antonio Soler Heredia, CEO y director gerente de VisionTIR

Vicente Almenara.- En un ángulo del PTA se encuentra la sede de VisionTIR, algo apartada del conjunto de edificios tecnológicos aunque, enfrente ya se construye el esqueleto de lo que será una nueva empresa. En la sala de juntas, Antonio Soler, el CEO de la compañía, nos explica qué hacen y para quiénes, rodeado de otros espacios en los que profesionales de muy distintas áreas del conocimiento se afanan en el desarrollo de productos destinados a la industria, principalmente. Se trata de una mediana empresa con empuje y talento que abre fronteras y que colabora con Mesurex, otra firma del grupo empresarial. Un ejemplo de buen hacer tecnológico y sin ayudas, aunque como Soler dice, a igualdad de precios y prestaciones, la Administración debería favorecer la investigación y el desarrollo de las empresas nacionales.

 

Dos empresas de un mismo grupo, Mesurex y VisionTIR, ¿tienen algo en común?

Mesurex lleva en el mercado desde 1996. Se dedica al sector de instrumentación, sensores y equipos de medida, sobre todo en aplicaciones exigentes donde la medida tiene que ser a distancia, sin contacto o sometida a un campo eléctrico que pueda afectar a la medida, por ello el empleo de sensores de fibra óptica. Recientemente, en 2016 hicimos una spin-off, dentro de lo que era Mesurex, con una serie de sistemas y equipos que habíamos desarrollado y creamos VisionTIR para, sobre todo, expandirnos internacionalmente. Tenemos clientes de toda índole, desde cementeras hasta empresas que gestionan residuos, siderúrgicas, empresas de seguridad… Las dos empresas están en el Parque Tecnológico, somos unas 23 personas en el total del grupo, la mayoría somos ingenieros, tenemos varios doctores: doctor en física, en óptica, doctor en informática, otro doctor en ingeniería industrial que da también clases en la UMA (Universidad de Málaga)… Diseñamos  hardware y software para cámaras termográficas y sistemas de monitorización y medida basados en cámaras en distintos espectros, ya sea visible, infrarrojo cercano, infrarrojo lejano o incluso combinaciones para resolver aplicaciones. En el sector industrial tenemos cementeras con un subsistema de monitorización de horno rotatorio que es el “RKS300 System”, también tenemos detección temprana de incendios que es el “FireTIR System”, un sistema de visión y monitorización de temperaturas para el interior de hornos que pueden estar sometido hasta 2.200 grados Celsius y, por último, tenemos también un sistema de control de calidad para la detección de defectos superficiales en la producción de bobinas de acero inoxidable, estos son básicamente los sistemas. Ahora mismo, estamos super motivados e ilusionados en el desarrollo de una nueva plataforma de cámara termográfica, estamos trabajando con un cliente bastante importante y, la verdad, que es un reto para nosotros porque lo tenemos que desarrollar en tiempo récord y, además, a unos costes muy competitivos, incluso compitiendo con fabricantes chinos a base de innovación y de utilizar la última tecnología disponible en el mercado, bueno, todavía incluso no está disponible en el mercado, son unos chips que están en preproducción y estamos ya utilizando ese tipo de tecnología. Así, a base de desarrollo e ingeniería queremos llegar a esa plataforma que nos permitirá utilizar este producto en todos los sistemas que tenemos. Y más cosas.

¿Normalmente trabajan bajo demanda, bajo pedido de un cliente, o siguen una determinada línea de investigación que, lógicamente, tenga aplicaciones en la industria o los servicios y después buscan al cliente?

En la mayoría de los casos sí que vamos bajo demanda, es decir, son clientes u oportunidades comerciales que van apareciendo y entonces vamos tras ellas, pero también el otro caso. Por ejemplo, nosotros realmente estamos muy enfocados a la industria y a procesos industriales, sin embargo, cuando apareció el Covid le dimos una vuelta y en cuatro meses diseñamos un sistema para detección de fiebre en personas. Lo que hicimos fue coger la normativa europea, que sí existe, aunque muchos clientes e incluso organizaciones públicas no siguen esta normativa y luego ponen un sistema que ni es preciso, ni hace las funciones que tiene que hacer, ni cumple con los parámetros. El sistema que diseñamos es una cámara termográfica con un cuerpo negro de calibración detrás y, entonces, la persona se pone delante ocupando el 75 por ciento del campo de visión de la cámara y le mide la temperatura con mucha precisión en el canthus lacrimal. Diseñamos ese sistema y ahí, realmente, no teníamos ningún cliente, era solo que había una oportunidad comercial y que también el tema de ventas en el sector industrial se frenó bastante, entonces sacamos ese equipo. Este sistema está funcionando ahora en Japón, en México o en Canadá, sin embargo, aquí en España no ha tenido mucho éxito y en Andalucía menos, no hemos vendido ninguno en Andalucía.

En este caso, ¿los clientes son gobiernos o empresas privadas?

Empresas privadas. Sin embargo, la cámara, en la que ya pusimos parte de tecnología y diseños nuestros, nos ayudó luego a estar donde estamos ahora, ya que hablamos con uno de los clientes que se había interesado por la cámara y en base a eso entramos en este acuerdo para desarrollar una nueva cámara aún más puntera y competitiva y estamos de lleno en ese desarrollo.

Ustedes aquí investigan, ¿pero fabrican el prototipo del aparato?, ¿y la fabricación en serie?

Por ejemplo, una cámara termográfica tiene distintos componentes. Uno es el chasis que, obviamente, nosotros aquí no tenemos máquina de control numérico, ni torno, ni nada, pero sí que diseñamos lo que es el ‘housing’, la envolvente, y esa envolvente mecánica pues la damos a fabricar, y nosotros recibimos después las piezas. Las ópticas las desarrollamos pero no las fabricamos, no tenemos tornos con punta de diamante ni nada de eso, entonces mandamos a fabricar el diseño nuestro de óptica, por ejemplo 500  o 1.000 unidades, y nos las sirven. El detector en sí es una oblea de silicio, es un chip que solo fabrican dos o tres fabricantes en toda Europa y menos de siete en el mundo, son fabricantes a nivel mundial de detectores. Toda la electrónica para procesar esa señal y la electrónica de comunicación la diseñamos y desarrollamos nosotros, mandamos a fabricar las distintas placas. Luego, todos esos componentes vienen aquí y los vamos integrando, todo lo integramos aquí. Y hay una última etapa, que es la más importante para la cámara termográfica, que es la etapa de calibración, tenemos un laboratorio de calibración de lo más completito para calibrar cámaras termográficas para medir temperaturas, que en toda España habrá cuatro o cinco como este. Para hacerte una idea, en el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) todo el sistema de calibración de temperaturas y cuerpos negros de calibración, tanto para visión termográfica como para medición radiométrica, somos nosotros los que les hemos hecho la actualización de sus laboratorios a los estándares actuales y, obviamente tienen más dinero a invertir que nosotros y más sistemas que nosotros, pero es para darte una idea de la materia gris que hay aquí en este empresa.

¿Quién crea la empresa?

Soy el accionista mayoritario, pero el equipo de gestión que está ahora en Mesurex también participa en lo que es la empresa VisionTIR y también aporta su ayuda en cuanto a tiempo, aunque esté en Mesurex.

¿Por qué nace la idea de crear en su momento Mesurex y, posteriormente, VisionTIR?

Porque Mesurex tiene una parte muy importante de su facturación basada en distribución, tenemos la representación exclusiva de varios fabricantes de sensores y equipos de medida. Entre esos fabricantes hay algunos que fabrican cámaras termográficas y nuestro mercado en Mesurex, la parte de distribución, solo está centrada en España, Portugal y Marruecos, que son las áreas en las cuales tenemos esos derechos de distribución en exclusiva. Entonces, claro, al diseñar nuestros propios sistemas ya entrábamos, digamos, en competencia con alguna de las líneas que representamos. Además, tampoco queríamos vernos limitados solo al mercado español, Portugal y Marruecos, con lo cual creamos VisionTIR con todos los diseños propios y VisionTIR vende en todo el mundo, es otra empresa que no tiene nada que ver con derechos de distribución o competencia con otras empresas que Mesurex está representando.

Las cámaras termográficas tienen aplicaciones en Defensa, estoy pensando en fronteras, por ejemplo.

Obviamente, estamos en conversaciones con varios clientes que pueden utilizar parte de nuestro sistema. De hecho, en Mesurex desarrollamos un prototipo para Saab Avionics, esta empresa sueca que vende aviones militares y subsistemas para aviones, con ellos hemos diseñado un sistema para evitar colisiones, sobre todo en aterrizajes y en operaciones en aeropuerto. Es un sistema que combina varios espectros, son varias cámaras y fusiona la imagen de estas distintas cámaras y aplica algoritmos de reconocimiento de obstáculos o posibles elementos que pueden aparecer en la pista. Es un subsistema de mejora de visión para utilizarlo como ayuda al piloto que proporciona más datos sobre la visión al aterrizaje en condiciones adversas como niebla o lluvia.

Dadas las distintas formaciones que tiene este equipo humano, que como ha comentado es muy multifuncional, hay físicos, ópticos, ingenieros… conjuntar todo eso tiene su dificultad, ¿no?

Obviamente, esto es como una orquesta, por muy buenos que sean los distintos músicos la obra en conjunto puede desafinar si no está bien dirigida la gestión de recursos humanos, que es esencial.

¿Unos se entienden con los otros?, ¿el óptico habla el mismo lenguaje que el matemático?

Sí, en principio sí. Hay grupos de trabajo en los que participan combinados, por ejemplo, en la parte mecánica con la parte óptica es bastante importante que los desarrollos y los diseños se hagan en conjunto.

Cuando ustedes inician el desarrollo después de haber tenido una determinada idea para satisfacer una necesidad en el mercado, ¿cómo saben, o no, que se puede estar investigando en estos momentos en una misma línea en Corea del Sur o en Miami? No hay un listado internacional donde ustedes acuden y miran si está o no está lo que ustedes quieren hacer, con independencia de que estén suscritos a revistas científico-técnicas, etcétera, porque uno no cuenta lo que está haciendo, en todo caso lo contaría una vez que lo haya hecho.

Es muy difícil predecir lo que otras empresas van a sacar. Lo único que puedes hacer es estar en el mercado. Cuando estamos en el mercado a veces vamos a un cliente, le ofrecemos una solución y vemos que, quizá, un competidor está ofreciendo una solución con unas prestaciones o unas características que puede que nos superen en algún punto. Eso lo único que nos hace es espolearnos a mejorar nuestros sistemas y productos para que a la próxima seamos más competitivos, es una batalla diaria. Entonces, al estar ahí, al estar siempre ofertando y ganando pedidos, analizamos constantemente dónde podríamos estar perdiendo, viendo si perdemos por precio o por especificaciones técnicas a un mismo nivel de precio, pues si es así vamos a sentarnos y ver dónde nos superan o dónde podemos mejorar, eso es constante. Otra fuente de ese desarrollo es el feed-back de los mismos clientes que te van comentando sugerencias y mejoras en los sistemas; por ejemplo, tienen un sistema nuestro y nos van comentando más tarde “pues si este sistema tuviera esto” o “si me hiciera tal cosa”, toda esa información es un buen feed-back, una buena retroalimentación, para incorporar esas ideas de mejoras en nuestro desarrollo del producto.

¿Colaboran con las universidades o puede llegar a través de la OTRI alguna necesidad que tenga una empresa?

Es más bien de nosotros hacia ellos porque, por ejemplo, ahora en el desarrollo en el que estamos hay muy poco tiempo para desarrollar un sistema y ese sistema tiene distintos bloques de trabajo y, obviamente, somos una pequeña empresa, una pyme, y lo que hacemos, a veces, es tirar de la Universidad para paquetes de trabajo e incluso desarrollo, o también cuando hay un proyecto de I+D tiramos en una parte de la Universidad porque la Universidad va más allá en cuanto a I+D básica, está más alejada del mercado, nosotros el I+D que hacemos es muy, muy cercano al mercado.

Una muestra de la imagen de la cámara termográfica

La empresa para que sea tal tiene que tener un componente empresarial, con independencia de los profesionales.

Aquí todos somos muy conscientes de que la facturación y las ventas es la locomotora, Somos muy conscientes de que la facturación y las ventas son la locomotora, si no hay clientes y no hay facturación, no hay empresa. Lo sabe muy bien Alejandro, que es nuestro director de Desarrollo de Negocio Internacional, y ahora porque por el tema del Covid lo tenemos por aquí más tiempo pero, normalmente, está dando vueltas por todo el mundo: Dubái, Estados Unidos, México, Francia, India…

Una empresa como esta, que es española, andaluza, incluso malagueña ¿cómo se ve en el mundo?, ¿somos competitivos con los coreanos, con los chinos…?, ¿no tenemos complejos en el campo científico? Muchas veces no nos creemos que somos buenos en algo, otras veces nos lo creemos demasiado y nos puede la soberbia, pero ¿cuál es nuestro lugar en el mundo en la investigación y el desarrollo científico y tecnológico?

Yo creo que no tenemos nada que envidiarle a otros países en cuanto al talento o recursos humanos, otra cosa es la financiación o las oportunidades comerciales o de proyectos para que todo ese talento se pueda desarrollar y pueda crecer, el campo de cultivo. En otros países, ese campo de cultivo o ese fertilizante, por llamarle de alguna manera, es mucho más importante, nada más que hay que ver el porcentaje que se dedica a I+D en los gobiernos de distintos países. Pero, además de eso, por ejemplo, Estados Unidos sí que favorece a todas esas empresas que tienen desarrollos tecnológicos y que pueden ser utilizados por la Administración, siempre existe ese componente de que a igualdad de precios y a igualdad de prestaciones siempre tiran hacia casa, los franceses, los alemanes, Estados Unidos… Y yo siempre digo “a igualdad de prestaciones y competencia”, por ejemplo, si tenemos varios sistemas competitivos pues que prime también el hecho de que el fabricante o parte de la fabricación se haga en el país porque, además, también la parte de soporte técnico siempre será mejor si el fabricante está en ese país.

“Somos muy conscientes de que la facturación y las ventas son la locomotora, si no hay clientes y no hay facturación, no hay empresa”

Bueno, a veces se externaliza por cuestión de costes. A la entrada del Parque Tecnológico de Andalucía, de este Parque, tenemos una multinacional que fabrica componentes militares, es norteamericana y no está en Estados Unidos, y eso que es de Defensa. A veces interesa fabricar fuera.

Sí, pero yo no me refería tanto a las grandes empresas porque, al final, las grandes empresas no son la economía; la economía son las pequeñas empresas y las medianas empresas. Yo creo que aquí en España, más del 95 por ciento del tejido empresarial son pymes y mediana empresa, entonces realmente si uno quiere favorecer la economía tiene que favorecer a las pequeñas y medianas empresas.

¿Y qué falta aquí?, ¿ayudas del Estado a los proyectos en concreto?, ¿estímulos fiscales?, ¿cuál sería el cóctel si tiene que elegir dos o tres ingredientes que todos aplaudirían sí esas condiciones se dieran? 

 

Bueno, es difícil el ofrecer porque hay tantos sectores diferentes y algunos ahora, con esta pandemia, están sufriendo lo indecible. Si yo me fijo en la economía española, la parte de turismo, hostelería, restauración, etcétera, sí que necesitan una ayuda directa y, sobre todo, ahora que ya se ve la luz al final del túnel con las vacunas, creo que ahí el gobierno debería extender las ayudas de ERTEs, por lo menos un tiempo, para que realmente arranquen todas estas pequeñas y medianas empresas. En empresas de investigación y desarrollo, lo que veo es un apoyo tanto institucional a la hora de generar grandes proyectos tractores como el que tenemos por ahí a nivel europeo, el nuevo sistema aeronáutico de defensa, así como las nuevas fragatas y nuevos desarrollos navales. En ese tipo de temas yo creo que tienen que ayudar a que el efecto multiplicador que suelen tener no se quede solo en las grandes empresas de siempre y en las cuatro empresas que están ligadas a estas grandes. Pienso que hay que hacer un esfuerzo en ayudar hasta abajo en la cadena de suministro y entonces sí que empresas pequeñas, como nosotros, podemos optar a aportar nuestros diseño o nuestros desarrollos a ese tipo de grandes pedidos y para eso hay que tratar de favorecer la igualdad de oportunidades, ahí lo dejo. En fin, que se pueda optar y que no sea siempre el quedarse entre unos pocos el pedido o el desarrollo a nivel general.

Desde que nace una idea o desde que tienen un encargo, bien porque la idea nace en mi cabeza o bien porque viene de otros, hasta el final, cuando reciben la remuneración por lo que han hecho, ¿qué fases, qué camino, qué procesos sigue esa idea hasta que es tangible?

Sobre todo, las ideas siempre parten de lo que es desarrollo de negocio y a nivel gerencial, es decir, vemos si la oportunidad comercial merece la pena y luego si está sustentada con pedidos o hay interés comercial importante del otro lado. Después de eso, por ejemplo, el sistema este de detección de fiebre en personas creo que en cuatro o cinco meses pasamos desde la identificación de la oportunidad, al principio, a nivel de gestión, con el pistoletazo de salida en diseño mecánico y electrónico en paralelo, luego la etapa típica de integración y prototipaje para ver si funciona y si todas las características se cumplen y, por último, la fase de comercialización, que es quizás una de las más importante.

¿Este sistema de medición de temperatura es fijo? Hemos visto a señoritas que tienen una pistola (termómetro infrarrojos, sin contacto) que apuntan a la frente, ¿la precisión de ese tipo de aparatos no tiene nada que ver con el vuestro?

Se coloca fijo pero se puede quitar y llevar a otra sala, es flexible en cuanto a colocación en un trípode y trasladarlo. Ambos sistemas se basan en una tecnología muy similar, pero esos son muy poco precisos porque, primero, depende de quién lo está utilizando, ya se está metiendo ahí una variable subjetiva de si estamos cerca, lejos, apuntando bien, mal… además, la frente de la persona si una persona viene de la calle, sometida a una temperatura muy baja, aunque tenga fiebre, posiblemente, no dé la temperatura porque eso mide la temperatura superficial y también influye si se está sudando porque el sudor refrigera la superficie, entonces si se mira sobre la película de sudor se está falseando la medición. Separando lo que es la precisión del instrumento en sí, sin entrar en detalles, en general la medición es poco precisa, ¿que pueda servir? pues sí, a lo mejor puede detectar un porcentaje. Ahora bien, nuestro sistema es mucho más preciso y el porcentaje que detecta es mucho mayor porque, primero, se está midiendo la temperatura en el canthus lacrimal, que es el lugar donde podemos inferir la temperatura interna de una persona de frente de la forma más precisa y, además, el sistema no es subjetivo, siempre es lo mismo. Se pone una línea en el suelo y la persona se tiene que quedar ahí y el sistema es automático, no interviene una persona que está cambiando el enfoque. En cuestión de milisegundos, 50 milisegundos concretamente, se obtiene una medición precisa de la temperatura interna de la persona. 

 

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