Vicente Almenara.- Gonzalo Cadenas, directivo de la multinacional de recursos humanos ADECCO -con sede central en Zúrich, Suiza- es un profesional de la contratación y la orientación laboral que conoce perfectamente desde su privilegiado observatorio el mundo económico de la provincia y el general español. De ahí que haga análisis y no dé opiniones, algo a lo que tan acostumbrados estamos, y se agradece porque es imprescindible contar con una visión de conjunto ahora que muchas cosas están en cuestión con la crisis sanitaria y económica que nos golpea. Estos análisis, para que sean válidos, tienen que hacerse sin concesiones, sin maquillajes, sin que tengan que pasar por filtros políticamente correctos, en otro caso no dirían nada. Asómense con Gonzalo al mundo de las empresas y del empleo, les interesa.
¿Tras ocho meses de pandemia, el tejido empresarial de la provincia cómo está de dañado?, ¿es simplemente una lesión o algo más grave?
La situación, al principio, parecía que iba a ser algo temporal, de un mes o dos meses, pero el problema es que cada vez se está alargando más. Esto, evidentemente, provoca que el daño sea mayor. Los datos que nosotros manejamos a nivel provincial, y en concreto Málaga y la Costa del Sol, indican que están mal el sector de la hostelería y hotelero, porque hay que diferenciar entre lo que es la hostelería desde el punto de vista de bares, restaurantes, etcétera, y lo que es la parte hotelera, en la que el nivel de inversión y el volumen de trabajadores es altísimo, entonces no es lo mismo un restaurante que un hotel. Es cierto que cada mes que pasa la herida se hace más grande y eso puede provocar que cuando vayamos a salir, a ver cómo salimos, qué capacidad tenemos para salir de ahí porque cada vez la cuenta de resultados está más dañada, cada vez tu plan de negocio está más dañado, con lo cual cuando vayas a arrancar a ver qué energía tienes y qué cash tienes para poder afrontar esa salida. Ahí es donde vamos a marcar el punto de partida, hasta que no lleguemos ahí, veremos quién va a ser capaz de arrancar y en qué condiciones. Esto es muy importante porque hablamos de que “volveremos”, “arrancaremos”, pero cuidado, a ver quién puede arrancar, porque los meses pasan y el daño cada vez es mayor. Ahora nos metemos en enero, febrero y marzo, que ya de por sí siempre son meses complicados para estos sectores y nos podemos encontrar que cuando quieras arrancar en abril o mayo no puedas arrancar. Esto con respecto al tema empresarial. En cuanto a la parte de los trabajadores y a personas que se encuentran en situación de ERTE o desempleada, pues en esos sectores es escandaloso. Esto va a colación de lo que comentaba antes, si esos hoteles o el sector hotelero y hostelería no son capaces de salir con fuerza, los trabajadores se van a quedar atrás también. De eso no se está hablando. Acabamos de publicar los datos de afiliación a la Seguridad Social y al paro y se han recuperado 6 puestos de cada 10 que se destruyeron, o que están en ERTE, con la pandemia, quedan por tanto un 40 por ciento, mucho cuidado porque a lo mejor somos capaces de recuperar uno más pero todavía quedaría un 30 por ciento que se tiene que incorporar. Con un 30 por ciento que directamente vayan a tasa de desempleo o a paro, nos podemos ir tranquilamente a un 17 por ciento o un 18 por ciento de tasa de desempleo a nivel nacional y, evidentemente, en Málaga muchísimo más. Precisamente, de los datos que se publicaron, Málaga es de las provincias que peor se han comportado, entonces por eso digo, y vuelvo otra vez a reincidir, que veremos cuando llegue mayo cómo salimos, con qué fuerzas tenemos capacidad de salir. Esos sectores ahora mismo están en una situación de UVI, todavía están un poquito controlados, unos están menos, otros están más, pero la cosa ya empieza a ser cada vez más preocupante.
“El e-commerce se ha disparado de forma exponencial”
Por otro lado, todo lo que es el sector de comercio electrónico, el e-commerce, a nivel de la provincia, sí ha habido un empuje importante. El sector retail, las tiendas físicas, el comercio tradicional, evidentemente se ha visto muy dañado por las restricciones horarias, los cierres, etcétera. Esta situación está provocando que haya un incremento importante tanto en las ventas como en la incorporación de trabajadores en el comercio electrónico. Ya de por sí el sector retail, antes de la pandemia empezaba a sufrir, se notaba que era una palanca de venta que poquito a poco iba disminuyendo e iba mejorando la venta online. La pandemia está provocando que eso se acelere, incrementado mucho más la venta online, que ya de por sí venía con un incremento importante y, por otro lado, las tiendas retail, las tiendas físicas, todavía se van a ver abocadas a una peor cifra de ventas. Cada vez más, la gente, poquito a poco, nos estamos acostumbrando a la compra online, con lo cual cuando acabe la pandemia va a quedar mucha gente que siga comprando online y las tiendas también lo van a notar, esto es indiscutible. Entonces, por un lado, el sector distribución se ha visto muy afectado en lo que es la parte de tienda física (retail) pero en cambio el e-commerce se ha disparado de forma exponencial.
También hay otro sector en la provincia que no ha notado prácticamente nada la crisis, incluso ha mejorado, que es el sector agroalimentario. Es cierto que ha habido un incremento importante en las exportaciones y en el consumo de productos agroalimentarios, con lo cual ese sector no se ha visto afectado, incluso quizás le ha podido hasta beneficiar en algún momento la situación. Ese sector también ha mejorado tanto sus cifras de venta como la incorporación de trabajadores. También en el sector alimentación, desde el punto de vista de supermercados o grandes cadenas alimenticias, ha habido un repunte importante durante la época de la pandemia y los meses de confinamiento más estrictos, donde ha habido un empuje en el volumen de contratación altísimo. Es cierto que también se está empezado a provocar una desviación de ventas hacia el canal online, porque hemos notado que el e-commerce tanto en la parte retail de tienda tradicional electrónica, moda, textil, etcétera, se está disparando, pero en alimentación también, porque mucha gente no hemos comprado nunca productos de alimentación online, pero durante la pandemia lo probamos y nos funcionó, con lo cual, posiblemente, una vez que acabe todo esto seguiremos haciendo compras online.
Esta es la situación del tejido empresarial de Málaga, de los sectores, del empleo. El sector tecnológico es un sector que tiene bastante representación en Málaga, sobre todo por el Parque Tecnológico, pero también hay muchas otras empresas ubicadas a lo largo de la provincia, tanto en la Costa del Sol como en Málaga capital. En este tipo de sector y perfiles tecnológicos no se ha notado la pandemia y siguen en un volumen importante de reclutamiento, incorporación y crecimiento. Al final, también es verdad que las empresas se están viendo obligadas, sobre todo las pymes, a transformarse en temas digitales.
¿Puede que la crisis haya contribuido a que caigan empresas ineficientes económicamente y, por lo tanto, los menos competitivos serán los que primero desaparezcan?
Es cierto que van a empezar a caer, están cayendo ya, aquellas empresas que no han hecho los deberes antes de la pandemia. Esas empresas caerían más pronto o más tarde, pero la pandemia ha podido provocar que puedan caer de una forma mucho más repentina. El otro día escuchábamos que la inversión media de capital privado, los ahorros, de las pymes y autónomos eran de 30.000 euros, entonces es cierto que todavía muchas están intentando aguantar o, por lo menos, no cerrar, tirando de sus ahorros, del ICO, de los familiares, de donde pueden, pero ¿qué pasa si esto no termina?, y cuando hablamos de terminar me refiero a una terminación definitiva, no podemos decir “ahora vamos a abrir hasta las 18:30 hrs. en vez de hasta las 18:00 hrs.”, eso no vale para nada. Entonces, yo creo que de todas esas empresas habrá muchas que el año que viene, en el primer semestre, si verdaderamente no somos capaces de salir de forma importante, con un crecimiento inmediato y fuerte, posiblemente, muchas de ellas, definitivamente tengan que cerrar. Actualmente, algunas están cerrando, pero ahora mismo no noto una destrucción masiva, aunque es cierto que el otro día estuve en Marbella y me chocó el ver mucho comercio tradicional ya cerrado definitivamente. La pyme, gracias a los ICO, al poquito de ahorro que tengan, todavía noto que están intentando aguantar, pero es verdad que quien no haya hecho los deberes en la parte de tecnología, en la parte de desarrollo, en la parte de saber que te tienes que modernizar, que te tienes que transformar, evidentemente, ese tiene muchas más posibilidades de desaparecer, iba a desaparecer posiblemente dentro de cinco años pero, evidentemente, con la pandemia todo se ha acelerado.
Igual que con los empresarios, los trabajadores también responden a empresas que son ineficientes, igual que los autónomos con los suyos y éstos pueden convertirse en trabajadores por cuenta ajena, en el mejor de los casos, si encontraran un puesto en otra empresa, pero otros van a ser subsidiados por mucho tiempo.
Pasa como con todo, en estas situaciones, lamentablemente, toda aquella persona que tenga más de 50 años y se quede ahora en el camino, la única manera que va a tener de reincorporarse al mercado laboral si se queda desempleado es el autoempleo. Porque, vuelvo a repetir, en 2021 no vamos a salir como un tapón que cuando nos enchufen la vacuna va a salir todo el mundo a la calle gastando, no, eso no va a ocurrir así, estamos intentando vender algo para maquillar e intentar seguir manteniéndonos en esa idea de que esto se está acabando y que vamos a salir. Vamos a necesitar de dos a tres años y vamos a ver cuando pase ese tiempo en qué nivel estamos. No nos confundamos.
¿Puede ser que estemos alumbrando una nueva economía y que dentro de dos o tres años ya no sea la economía que hemos conocido hasta ahora? Por ejemplo, oficinas bancarias se van a reducir drásticamente, el Santander va a despedir a 4.000 trabajadores. Esto en el sector financiero, pero en las pymes nos está comentando cuál es la situación del retail, los avances tecnológicos van a dejar que determinados servicios se presten físicamente para que sean únicamente por vía telemática, etcétera. ¿Podemos estar en los inicios de una nueva economía, no buscada, sino producto o subproducto de la crisis?
Yo creo que esa economía que comenta ya se venía buscando. Los movimientos que está haciendo la gran corporación financiera ya lo venía haciendo hace tiempo, se ha dado cuenta que su red de sucursales no tenía sentido o, mejor dicho, la cuenta de resultados no permitía tener esa red de sucursales. Con lo cual, yo creo que la pandemia lo que ha provocado es un aceleramiento de decisiones que estaban en el plan estratégico de todas estas compañías, pero la pandemia lo ha acelerado. El plan estratégico a cinco años vista de una entidad financiera como el Banco de Santander tenía perfectamente definido que esto que va a hacer ahora en el primer semestre del 2021 lo iba a hacer igual, quizás no tan rápido o no con tanto volumen, pero al final eso estaba porque la transformación de las compañías y la eficiencia hay que buscarla. Es decir, si una compañía quiere seguir teniendo rentabilidad y pudiendo invertir, tiene que ser rentable, y más en la sociedad en la que vivimos ahora, actualmente no se maneja una empresa como hace 40 años. Ahora mismo hay que mirar la eficiencia y buscar la rentabilidad, evidentemente buscando un dialogo social, porque entiendo que las empresas están también en la sociedad para ayudar, en la medida de lo posible, a ser una parte importante de todo lo que pasa en la sociedad, pero tienes que tener una cuenta de resultados que te permita afrontar los retos del futuro, pero es que los retos del futuro no los marca España, los marca el mundo. Nosotros no podemos ir contra corriente a la globalización. Muchas veces se dice “es que esta empresa despide porque quiere despedir, porque tiene capacidad para mantener a gente”, igual tiene capacidad, pero se está hipotecando porque, por ejemplo, puede llegar una empresa americana o de cualquier país del mundo, y puede comprar Telefónica o puede comprar cualquier banco, cuidado. Pensemos que vivimos en un mundo global, que las economías tienen que pensar que tú no estás solo en el mundo, que las decisiones que tú tomes no son una decisión de lo que pasa en España, es lo que pasa en el mundo. ¿Además de la globalización, cómo influye el clima político nacional, que no es, precisamente, una balsa de aceite? Las empresas lo que necesitan es que haya paz social, que haya un entendimiento, una legislación que perdure en el tiempo, que haya tranquilidad. Al final, es como cualquiera, nos gusta vivir tranquilos, sin sobresaltos, que haya un plan de futuro, pasa lo mismo en la sociedad, no podemos vivir con continuos impactos semana a semana, mes a mes, ya no solamente económicos, sino de cualquier otra índole. Es decir, no podemos estar hablando de subir el salario mínimo y , también, de la jornada de cuatro días a la semana y luego también de… perdone, las decisiones empresariales las tengo que tomar no únicamente en base a corto plazo, es decir, usted no puede estar cada semana sacando una noticia o un panfleto de cara a la ciudadanía y para conseguir lo que usted quiera conseguir, yo necesito saber qué es lo que se va a trabajar con el SMI [Salario Mínimo Interprofesional] porque, por ejemplo, el SMI, como bien sabemos, ha supuesto un 40 por ciento de incremento en los tres últimos años. En el sector agroalimentario, por ejemplo, afecta mucho de primera mano y, sobre todo, en ciertas zonas de España, pero en el sector tecnológico no, a la tecnología no le afecta mucho el SMI. Yo no digo que no haya que subirlo, pero dígame usted qué va a hacer y no me lo diga el 25 de diciembre que va a subir el día 1 de enero, dígamelo cinco meses antes porque, por ejemplo, nos encontramos con empresas de 500 trabajadores en los que esa subida les supone un incremento salarial brutal. Insisto que no es que no haya que hacerlo, pero no me lo diga cinco días antes del 1 de enero, porque el presupuesto no lo saco el 28 de diciembre. Entonces, yo creo que todo eso habría que trabajarlo de una forma mucho más ordenada, es decir, no estar cada semana sacando un impacto porque interese políticamente, o por lo que sea. Igual pasa con la jornada de cuatro días (reducción del 20 por ciento), que igual tiene que ser así, no soy experto en verificar, pero es verdad que siempre se habla de que España está a la cola en productividades, ¿la solución es esa?, pues no lo sé, igual no, habrá que abrir mucho más el abanico y analizarlo de más formas. ¿Se va a reducir también un 20 por ciento el salario a los trabajadores? Si el trabajador va ya al límite en sus pagos de hipoteca, de coche, etcétera ¿y usted le va a reducir un 20 por ciento?, ¿cómo va a hacer frente a los pagos?, ¿el Estado va a subsidiar ese 20 por ciento? Vamos a ser consecuentes, porque al final ni el trabajador, ni el empresario, ni nadie sabe hacia dónde va esto En Adecco, ¿han notado en este período un cambio de perfil, aparte de una mayor intensidad en determinados sectores, no solo por los trabajadores sino por las empresas que son, al final, las que contratan a los trabajadores? Es cierto que se nota. Es verdad que la transformación a la que se están viendo obligadas las empresas también influye en el perfil a la hora de necesidades. El que una persona sea capaz de moverse tecnológicamente en un entorno, da igual el sector, porque cada vez la tecnología está más impregnada en cualquier tipo de actividad, sector o puesto de trabajo, y no hablo solamente de cosas específicas en un sector determinado; por ejemplo, en el mismo sector hotelero, se están reinventando, introduciendo un montón de herramientas tecnológicas para tener mucho más controlado su trabajo, sus sistemas, su rentabilidad financiera, etcétera. También notamos que, a partir de una serie de perfiles, se ha cambiado también la forma de interactuar en ese puesto de trabajo con un mayor nivel tecnológico. En algún momento, nos hemos encontrado que esas personas que están en esa búsqueda de empleo o que, actualmente, están en ERTE, si no somos capaces de reinventar o de formar a esas personas en tecnología de lo que necesitan las empresas en los diferentes sectores, difícilmente vamos a poder incorporarlos. Evidentemente, ha habido un cambio importante en el tejido empresarial en todos los sectores. Al final, cuando decimos que el sector e-commerce es el que más se está desarrollando tecnológicamente, pues no, igualmente el agroalimentario también se está desarrollando muchísimo, evidentemente buscan la eficiencia. Al final, en todos los sectores se busca la eficiencia y se busca la rentabilidad y para eso tienes que modernizar tus procedimientos, modernizar tus herramientas y la tecnología. Eso vale para cualquier sector y para cualquier tipo de perfil. Hoy en día, evidentemente, en el e-commerce hay un nivel tecnológico importante, desde el que prepara el pedido hasta el que hace el reparto, al final tienes que saber manejar una serie de elementos electrónicos, una serie de sistemas, una serie de herramientas que te permiten el poder trabajar en ese puesto, si no tienes esas cualidades y no tienes esos conocimientos entonces difícilmente lo vas a poder desarrollar. En general, sí que notamos un nivel de tecnología importante. Por ejemplo, todos nuestros trabajadores firman su contrato laboral en su smartphone, ya no vienen a la oficina, y nos hemos encontrado que, en ciertos sectores o ciertos perfiles, les costaba el manejar eso. Por lo tanto, el nivel tecnológico está llegando y cada vez va a ser más representativo. Luego, también está el tema de las competencias digitales, ahora mismo son primordiales el tenerlas porque las empresas también buscan la polivalencia algunas veces, entonces tú tienes que ser una persona que las competencias digitales las tengas desarrolladas y las conozcas. En conclusión, sí se nota un cambio importante. Todavía se sigue discutiendo si se va a derogar la reforma laboral de 2012. Con los instrumentos de contratación y los distintos tipos de contratos que tenemos en España, ¿nos desenvolvemos bien en el mercado laboral?, ¿hace falta una reordenación de estos instrumentos de contratación? Llevamos muchos años hablando de los tipos de contratos que hay en España, si son los que tiene que haber o si son muchos, bueno muchos son, debería haber menos. Yo entiendo que debería haber tres o cuatro contratos, a lo sumo, que permitan a las empresas, en base a sus necesidades, utilizar ese tipo de contratación. Todo lo demás es generar burocracia y el estar continuamente analizando y viendo qué es lo que más te interesa, y, además, como cada vez que hay un cambio de gobierno hay un cambio legislativo que provoca cambios de tipos de contratos. Además, un cambio del tipo de contrato también puede provocar un cambio en el tipo de cotizaciones. Aquí siempre hacemos una puntualización, Adecco tiene una visión a nivel mundial, ya que operamos en 60 países del mundo, siendo una empresa líder en la gestión de recursos humanos, y siempre decimos lo mismo: “En España tenemos la mayor, o una de las mayores, tasa de temporalidad de Europa, y el resto de países de nuestro entorno resulta que la tienen mucho menor”. ¿Cómo puede ser que las empresas de trabajo temporal (ETTs) en España generemos entre el 2 y el 5 por ciento de los contratos temporales? Es decir, nosotros representamos en ese volumen total de contratos eventuales o contratos temporales, entre el 2 y el 5 y en España tenemos la mayor tasa de contratación temporal. En un país como, por ejemplo, Francia, las empresas manejan el 90 por ciento del mercado temporal de Francia y la tasa de temporalidad es muchísimo inferior a la de España. Lo que pasa es que en Francia hay una política donde se trabaja de forma coordinada lo privado con lo público. En España no, así nos va. Lo que quiere decir que las ETTs no somos las que generamos la temporalidad, el contrato temporal también lo hace la administración pública, ¿quién no tiene un familiar que sea enfermero y en los dos últimos años ha tenido 15 contratos? Y, en cambio, el sector privado no puede hacer 15 contratos a un mismo trabajador en dos años. Algo falla en el sistema. Es un tema importante y ahí quizás habría que poner mucho más el foco en que la temporalidad no la genera las ETTs sino que se genera porque hay una serie de indicadores que no están bien marcados ni bien regulados. Al final, nosotros lo que entendemos, en los años que llevamos en el mercado, que son muchísimos y que como todas las empresas que generan empleos, evidentemente, el objetivo es crear indefinidos, pero también las empresas necesitan flexiseguridad en el mundo en el que vivimos, en un mundo global, en un mundo muy cambiante. Hoy en día no se puede pretender entrar en una empresa y tirarte 45 años, los entornos de ahora no son los mismos que los de hace 40 años. En una empresa privada es complicado que una persona entre a trabajar con su carrera recién finalizada a los 25 años y esté en esa empresa hasta los 67 y que se jubile. Evidentemente, el mercado es muy dinámico y las empresas necesitan que ese dinamismo se les permita en el sistema de contratación, eso no significa que no haya que tener un volumen X de una plantilla estable, y en eso estamos.