Vicente Almenara.- Javier Fernández es el hijo del fundador de Incotex y habla de la empresa y de su dedicación a los sistemas de extinción de incendios con las ganas de quien lleva años en el mercado y le van bien las cosas como fruto del esfuerzo de su equipo. Lo cierto es que pensamos en un extintor o un sensor de incendios como una herramienta para una eventualidad pero… las administraciones lo exigen en todo lugar público. Bueno es informarse por un especialista.
¿Cuándo nace la empresa y entre quiénes?
Bueno habría que decir que esta empresa como tal, Incotex, nace en el año 2005, pero su actividad empieza con mi padre en una sociedad que funda en 1981 con otros dos socios en otra empresa. Esa empresa está activa hasta el año que te acabo de decir, cuando los socios deciden separarse y cada uno tira por su lado. Las sociedades tienen sus cosas buenas y sus cosas malas y, en ese caso, pues ellos decidieron cada uno tomar un camino y mi padre funda otra empresa, ya él solo, que es Incotex.
¿Y la empresa se dedicaba entonces a lo que se dedica ahora, al mantenimiento de servicios contra incendios?
El objeto social, por decirlo de alguna manera, de la empresa, siempre ha sido la instalación y el mantenimiento de equipos y sistemas contra incendios. Es verdad que, en los años ochenta, prácticamente no había muchos sistemas contra incendios como tal, lo que viene siendo detección de incendios automática o las mangueras que echan agua cuando hay un incendio. Lo normal son los extintores. También es cierto que en los años ochenta empieza a haber más normativas cada vez más exigentes que introducen en el mercado nuevas tecnologías y exigencias de seguridad. Antes a lo mejor no era necesario tener un extintor o dos en una tienda y ahora es obligatorio hasta en un edificio de viviendas, vamos, es impensable que no los tenga, hoy en día.
¿Por qué los sistemas contraincendios fue la idea de su padre en aquel momento?
Fue fruto un poco de la casualidad, mi padre es de un pueblo de Málaga, Cómpeta, él hace el servicio militar en Barcelona y se queda un tiempo viviendo en Barcelona, y algunos veranos que venía era trabajador de lo que es el Infoca, la extinción de incendios en los parques naturales, en los entornos naturales. De ahí le surge la posibilidad de entrar a trabajar un año en una empresa del sector en Málaga y, a partir de esa empresa, funda él mismo una sociedad con otros dos compañeros de trabajo.
Ha evolucionado muchísimo la tecnología de los sistemas contra incendios desde aquellos años. ¿Qué es lo que ha avanzado principalmente y por dónde van los desarrollos hoy?
La pregunta es buena porque en algunas cosas no ha evolucionado tanto, el extintor es prácticamente el mismo en 1980 que el que se vende en el año 2020. Han pasado 40 años y, en ese sentido, esa tecnología más allá de que el polvo que lleva dentro -que mucha gente se piensa que es agua y es un polvo- tiene una eficacia mayor para apagar el fuego, pero la tecnología como tal es la misma. Es un cilindro que tiene polvo dentro y está cargado de presión y que cuando se permite que salga el polvo lo expande y apaga el fuego por ahogamiento del fuego, porque no le permite que tenga oxígeno, esa tecnología es prácticamente la misma, lo que sí ha cambiado es la tecnología en detección de incendios y en extinción quizás no tanto porque, al fin y al cabo, la extinción automática, a la que me refiero, son redes de tubería que cuando se accionan, echan agua, no tiene mucho más.
¿Se accionan con un sensor?
Se accionan con un sensor que, bueno aquí mismo, tenemos uno, este blanco que ves aquí es un sensor de incendios. Este que ves aquí, justo encima tuya es una sirena, aunque no lo parezca, pero de aquel aparato los hay de muchos tipos, pero básicamente los hay de dos que detectan un cambio de temperatura muy brusco en muy poco tiempo y otros que detectan una serie de partículas pues que accionan y que se entiende que son de fuego, hay varios tipos, podríamos profundizar mucho más, pero esa es la base. Los más habituales son los que detectan un cambio en la temperatura. Tecnologías hay muchas y si nos centramos, sobre todo, en el tema industrial, ya puede haber muchos tipos de afrontar el fuego según el agente extintor. Por agente extintor entiendo lo que apaga el fuego, que en unos casos será el agua, el polvo, el dióxido de carbono, y otro tipo de gases, fluorados, espumógenos, etc.
Hay que partir de la base de que la seguridad diez no existe, por mucha tecnología que haya un incendio se puede producir.
Sí, claro. Lo que pasa es que sí es verdad que muchas veces cuando hablo de esto parece que estoy abriendo un campo inmenso de posibilidades y la gente se puede perder. La realidad es que el 99 por ciento de los extintores que están instalados en cualquier sitio que vea una persona son de polvo o de CO2, de dióxido de carbono, no hay más. Otros tipos de agente sí, por ejemplo, los espumógenos, que se utilizan en las cocinas de restaurantes, sobre todo, que lo llenan todo de espuma para que se apague el incendio, pero lo normal es polvo o dióxido de carbono. Y con respecto a los sistemas de detección sí que hay unas tecnologías más precisas que aguantan mejor el paso del tiempo y, sobre todo, que son más respetuosas con la naturaleza. Esto también está pasando tanto en los extintores como en los sistemas de detección. En los años noventa se utilizaban unos detectores que eran iónicos, tenían unas partículas con cierto carácter nuclear, y esos residuos que hoy en día tenemos que tratar son muy complicados y muy costosos, eso se prohibió a principios del año 2000 más o menos, y ya no se utiliza ese tipo de detectores. Pasa lo mismo con los extintores, había unos extintores que se llamaban de alón, el alón es un gas, argón, xenón, radón, el alón es uno de estos gases, y es un gas muy contaminante, muy eficiente contra el fuego, pero muy contaminante. Por ejemplo, ese tipo de extintores que se utilizaban en los barcos y que era muy efectivo se han ido sustituyendo por otro tipo de gases que son más respetuosos con la naturaleza.
Ustedes se dirigen a toda clase de instalaciones, es decir, a empresas, edificios públicos, espacios públicos, más que en domicilios particulares, donde apenas hay extintores ¿no?
Sí, también por exigencia de la normativa. Ninguna norma exige que una casa particular tenga un extintor.
En las escaleras.
Sí, eso es una comunidad de propietarios, no es una vivienda privada. Hay una excepción a lo que acabo de decir, que son aquellas viviendas privadas que tienen uso como vivienda turística, las que se alquilan por Airbnb, etc. Éstas si están obligadas a tener un extintor dentro, porque ya se considera un establecimiento. Es un alojamiento, no es una vivienda de uso privado como tal. En su casa, o en mi casa yo no estoy obligado a tener un extintor, pero si destino mi casa y la doy de alta en el registro de viviendas turísticas sí me obliga la Junta de Andalucía a tener un extintor. Prácticamente, cualquier edificio o zona que tenga un uso público está obligado a tener extintores hoy en día, o sistemas de protección contra incendios. Un garaje, un bloque de viviendas, las zonas comunes de un edificio y, por supuesto, centros sanitarios, deportivos, educativos, comerciales, tiendas… todo.
¿Los despachos profesionales de abogados también?
Sí, porque se entiende que es un uso comercial, no es un uso privado. Otra cosa es que yo sea un abogado y en mi casa tenga un despacho, pero si en ese despacho entra gente, podríamos entrar a ver cómo está la normativa, pero realmente si es un espacio donde puede entrar gente y es un establecimiento abierto al público, sí.
¿Y quién vigila que se cumpla la normativa vigente en los espacios públicos, en un supermercado…?
Realmente hay varios organismos que lo hacen hoy en día. Primero, toda empresa, si nos atenemos a las empresas, están obligadas a contratar o a tener una protección de riesgos laborales. Esa misma empresa de protección de riesgos laborales va a decir, oye aquí te falta un extintor, igual que te pueden decir que aquí tienes que poner una barandilla para la escalera, es uno de los riesgos que miran. En segundo lugar, cuando se entregan los proyectos para licencia de apertura, en el plano deben venir indicados donde están los extintores, sistemas contra incendios, etc. A lo mejor, en un local no es necesario que vayan bomberos, pero en todo establecimiento industrial normalmente se produce una visita de bomberos antes de una licencia de apertura. El cuerpo de bomberos inspecciona que tiene todas las medidas contra incendios que ha previsto el ingeniero en el proyecto. Y, en último lugar, puede haber inspecciones pues, por ejemplo, de Trabajo. Un inspector de Trabajo puede comprobar si se están cumpliendo las medidas de prevención de riesgos laborales, entre ellas, el extintor, o puede haber inspecciones que tiene la Junta de Andalucía para comprobar que todas las instalaciones cumplen medidas de seguridad, ya no tanto a nivel de normativa laboral de trabajadores, sino en la normativa de que el edificio esté acondicionado realmente para que tenga unas buenas condiciones. Y, por último, desde el año 2017, entró en vigor una nueva normativa de protección contra incendios, que es el Real Decreto 513-17, que exige a todos los edificios que cada 10 años tengan que pasar lo que se llama una inspección OCA. Igual que existen las OCAS para los ascensores, que quizás es con las que más familiarizados estamos, porque las vemos en nuestra comunidad de propietarios, ahora existen unas OCAS para protección contra incendios. La normativa tiene más exigencia de años, según el tipo de establecimiento, pero bueno, por hacerlo fácil, aproximadamente cada 10 años. No afecta a todos los edificios; por ejemplo, no afecta a un bloque de viviendas, pero sí afecta a todos los garajes, por ejemplo, sí afecta a todos los establecimientos de uso industrial, este sitio en el que nos encontramos es un establecimiento de uso industrial, no afecta a tiendas, y cuando digo tiendas me refiero a un local de un supermercado de menos de 100 metros cuadrados, pero sí afecta, por ejemplo, a un centro comercial o a unos grandes almacenes, que son unos establecimientos grandes. Entonces, hay una limitación de tamaño en cuanto a quién está obligado o quién no, a hacer este tipo de inspecciones. En resumen, hay varios organismos que pueden determinar o pueden inspeccionar y avisar a un propietario, porque el propietario es el último responsable de la instalación contra incendios, de que se están cumpliendo o no las medidas de protección contra incendios.
En la mayor parte de las ocasiones, en los establecimientos comerciales, ¿cuál es la causa del fuego?
El descuido es casi siempre la causa del fuego, una colilla mal apagada, un aparato que sabemos que está chispeando, pero nunca se ha revisado y provoca una llama, etc. Los accidentes ocurren, por supuesto que sí, obviamente hay gente a la que le gusta provocar incendios, pero no nos dedicamos a un pirómano, a ese lo apartamos. En una casa, en un establecimiento, normalmente, lo que escuchamos incluso en los medios de comunicación, una estufa, un cigarrillo mal apagado, una vela, algo así. Sí que se producen incendios en sitios de cierto riesgo, como puede ser una cocina. Nosotros hemos tenido, por ejemplo, clientes que son restaurantes o bares, que han tenido incendios en una cocina, pero normalmente ese tipo de incendios no producen grandes daños en la instalación porque son fácilmente apagados. Si uno está cocinando es fácil que pueda tener un conato de incendios, pero también es fácil que se dé cuenta y acuda a un extintor y lo utilice. También existen los provocados, haber si cobro el seguro, no lo neguemos. Pero, realmente, la mayor parte de las veces son fallos humanos; las zonas de riesgo están hoy en día bien protegidas como para que un incendio se produzca y no se reaccione pronto para solucionarlo.
¿Si se tiene a mano un extintor, evidentemente, se debe hacer uso de él, antes que usar un cubo de agua?
Para eso hay un problema, la gente no sabe usar los extintores correctamente.
¿Y por qué no se fabrican más sencillos?
El mecanismo es muy sencillo, realmente en un extintor aprieto y sale el polvo por la manguera, no tiene más, lo único es que hay que tirar de una anilla que, obviamente, es un precinto de seguridad para que por un accidente o por una torpeza no apretemos el botón. Yo creo que hasta aquí no tiene mayor complicación. Lo que pasa es que, primero, cuando una persona coge un extintor, pesa 9 kilos. Entonces, una señora que no es corpulenta, de unos 50 o 55 kilos, cuando tiene que coger eso, no es fácil de manejar.
¿Y tiene que ser tan pesado?
Su peso está determinado por el riesgo que tienen que proteger, y el estándar es ese de ahí, que la carga de polvo es 6 kilos pero, claro, el aparato pesa otros 2 y medio. Entonces, todo junto pesa mínimo 8 kilos y medio. Cuando uno lo dispara, coge la maneta, la aprieta y se dispara, eso está cargado de presión y si no lo cogemos de manera segura nos va a tirar hacia atrás y la manguera empezará a moverse. Quiero decir que el mecanismo es sencillo, pero si uno dispara un extintor y no está acostumbrado, es posible que no se espere el peso que tiene o la fuerza de retracción que va a hacer cuando dispare. Y otra cosa que también pasa es que muchas veces la gente, si el fuego ya tiene cierta importancia y dimensión, dispara hacia la llama, y hay que disparar hacia la base de la llama. Si no disparo hacia la base, no estoy siendo tan efectivo como lo sería si disparo hacia la base. Y luego ya, abro paréntesis, y los casos de humor, de gente que ha cogido el extintor y lo ha tirado al fuego, que me los he encontrado.
Es sorprendente.
Sí. Aquí ha entrado un extintor negro literalmente porque alguien lo tiró a un fuego.
Los extintores se reciclan…
Sí, es más, en la entrada de la nave habrás visto que hay unas cubetas de fibra, esos extintores tienen más de 20 años. Cuando un extintor tiene más de 20 años, se haya usado o no, tiene que ser reciclado, porque se entiende que es un aparato sometido a presión y, para hacerlo fácil es una bomba, puede explotar. Afortunadamente, en 40 años que llevamos en la empresa, un extintor no ha reventado nunca solo. Un extintor revienta porque se ha podido manipular mal o porque ha sufrido algún accidente… No es algo normal que pase, desde luego. Pero en prevención de que no pase, hay que retirarlo del mercado. Se recicla, sí. El polvo que tiene dentro se utiliza muchas veces no tanto como fertilizante, sino para evitar que bichos, insectos… ataquen a plantas, se utiliza mucho en la agricultura. Y, bueno, el resto de los elementos, pues el metal, el plástico… se separan y se reciclan. Hoy en día no es obligatorio como tal, es decir, no hay ninguna norma que exija que se reciclen, lo cierto es que nosotros lo estamos haciendo desde hace tres años, y la tendencia del sector es a reciclarlos, porque en el extintor es algo relativamente fácil de hacer. El único residuo que esta actividad provoca, que realmente es más complicado de tratar, es el que he comentado antes, de los detectores que se instalaron en los años noventa y ochenta, que son de tipo iónico, porque tienen un pequeño residuo nuclear, hay que enviarlos a Córdoba, al cementerio nuclear del Cabril, y lo tiene que tratar Enresa, que es la empresa nacional de residuos nucleares.
¿Ustedes son proactivos buscando clientes de comunidades de propietarios, empresas, instalaciones industriales…? Porque, normalmente, no se dirigen los clientes a ustedes.
Tengo un profesor de empresa que definía esto que me preguntas muy bien, porque vamos a ver ¿tú buscas clientes o despachas clientes? Que es una buena manera de definirlo. Realmente, hay un poco de ambas, buscamos clientes, sí. Pero también despachamos clientes, porque es una actividad que es obligatoria, entonces muchas veces cuando el cliente va a abrir un negocio está obligado a tener un extintor y me llama a mí o llama a otras empresas. Entonces yo buscar clientes, sí, claro, procuro estar presente en aquellos clientes que para mí son un nicho de mercado, nichos importantes de mercado para nosotros pues son los administradores de fincas, porque obviamente en un garaje o comunidad de propietarios hay extintores, y luego pues procuramos estar presentes o atentos a constructoras. Hacemos alguna campaña puntual de publicidad, más de imagen, para que si alguien busca extintores le suene al menos el nombre de Incotex. Y, por último, es verdad que internet es importante, yo te diría que, por decirlo de alguna manera, el 99 por ciento de las personas que pueden llegar por teléfono hoy en día, es porque han buscado extintores en Málaga en Google y dan con nosotros. De manera orgánica hemos conseguido tener una página web que está bien posicionada. También es verdad que en Málaga, probablemente, seamos la empresa más grande, y de Andalucía probablemente estamos entre las diez primeras, seguro.