Un ciudadano solicita cita telefónica mediante internet del SAS porque presencial no le aparece ninguna con su médico de cabecera y la primera hora de la cita que se le ofrece es a las 11.15 hrs. del día 7 de abril, y esa elige. Pero recibe un mensaje SMS en su móvil de este tenor: “Confirmamos la cita telefónica solicitada para el día 07/04/2022. Recibirá la llamada aproximadamente entre 11:15 y 13:15”.
¿Cómo no indignarse si ha elegido una hora determinada y le dicen que espere la llamada entre esa hora y dos horas después, e incluso, aproximadamente? No solo incumplen la hora que eligió 11.15, sino que le fijan un largo periodo de dos horas -lo que le impide al ciudadano concertar otras citas o compromisos- y, por último, le dicen que aproximadamente, es decir, que pueden incumplir por tercera vez sus propias indicaciones. Y esto sucedió la segunda vez que solicitó una cita, porque en la primera le llamaron antes de la hora que eligió, no a la hora o después, sino antes.
La falta de respeto del SAS por los ciudadanos hace pensar que somos poco menos que súbditos. Poquísimas protestas y muestras de indignación se producen en los centros de salud y otros establecimientos del SAS en relación a los merecimientos de este.