El investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor del Departamento de Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Madrid participó la semana pasada en un nuevo encuentro de ADEA CONECTA, actividad virtual que la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón ha puesto en marcha para que los directivos puedan seguir conectados en esta situación generada por el COVID-19.
Steinberg ha dibujado un posible escenario en el que el confinamiento “se vaya abriendo y volviendo a cerrar” y que se haga escalonadamente, en función de “el riesgo o de la edad”.
El investigador cree que “se trata de generar inmunidad de grupo y vamos a tener que tomar medidas de distanciamiento social, no realizando eventos multitudinarios, utilizando mascarillas, o con separación entre personas y mesas, en restaurantes, o de butacas en cines”.
Steinberg, que ha hablado del “impacto económico del Covid-19 y las posibles respuestas”, ha explicado que “la prioridad número uno” en esta crisis es el “aplanamiento de la curva” ya que la capacidad del sistema sanitario (UCIs) es “limitada” y tiene mucha presión y, para ello, “la gente debe quedarse en casa”. “Todos los países que han intentado realizar estrategias diferentes han tenido que echar marcha atrás”, explicó. Y ha aseverado que “el aislamiento va a tener consecuencias sobre la economía, obviamente”, por lo que “serán necesarias políticas económicas que aplanen o suavicen la situación que tenemos encima de la mesa”.
Steinberg explicó que “no tenemos la menor idea de cómo se va a comportar el virus, estamos caminando entre la niebla, sin saber si la salida está cerca o lejos”, aunque el economista afirmo que “hasta dentro de unos 10 días no parece que alcanzaremos el pico, “se trata de una crisis de gran dimensión, pero en un período muy corto de tiempo. En China el primer trimestre la producción ha caído un 13 por ciento en relación al mismo periodo del año anterior”.
Acerca de las previsiones de recuperación, Steinberg afirmó que “la caída es muy significativa y las medidas de política económica para contenerla son importantes, ya que una buena respuesta puede amortiguar 2 o 2,5 puntos del PIB de esa caída”. También dijo que “vamos a tener que mirar a China, que va a hacer bastante distanciamiento social, si abre la cuarentena (que lo va a hacer a principios de abril), no tiene repuntes en los contagios y no tiene que volver a las cuarentenas (en barrios, zonas, etc.) podríamos estar en un escenario de ‘V’ más corto, de entre -4 y -5 puntos en el PIB. Sin embargo, si China tiene repuntes, nosotros los vamos a tener, porque el virus no entiende de nacionalidades, y la recuperación va a ser más difícil y nos iremos a escenarios de caída del PIB mayores, entre el 8 o el 9”.
El ponente explicó que existe un “estrangulamiento muy importante entre oferta (cierre de negocios o de producción industrial, cortes de cadenas de suministro, y, en especial, el sector turístico: restauración, hostelería etc.) y demanda (la gente no sale por el confinamiento y por lo tanto no consume o tampoco lo hace por miedo a la crisis económica posterior)”. Por lo tanto, “nos encontramos en una situación de cortocircuito general”, concluyó.
Ante esto, aseguró Steinberg, es muy importante la política económica que se aplique, “los Gobiernos tienen que llevar a cabo una política monetaria regando completamente de liquidez a la banca para que pueda seguir financiando a las pymes y también con la compra de activos de todo tipo, por parte del Banco Central europeo o la Reserva Federal”.
En el apartado fiscal, el invitado recomendó que el Estado “actúe como comprador de última instancia, que todo lo que de forma muy transitoria no se va a poder vender, que el Estado lo apoye o lo compre o complemente los salarios, o moratorias de impuestos o de alquileres. O que el Estado se haga cargo en mayor medida o que el Banco Central imprima dinero y lo envíe directamente a los hogares – lo que se llama dinero helicóptero- que sería más el caso de Estados Unidos”.
El doctor en Economía asumió que “todo esto es difícil de hacer pero en cualquier caso, hay que intentar que la caída del consumo, inversión y exportaciones se compense con gasto público”. Esto nos llevaría, puntualizó, a “unos niveles de déficit y deuda estratosféricos, unos niveles de deuda sobre PIB muy elevados, por eso hay que poner toda la carne en el asador para esto sea corto y gastemos mucho para se pueda recuperar cuando venga el rebote futuro”.
En cuanto a la emisión de deuda, Steinberg también se refirió a la “oposición que existe por parte de algunos países europeos como Alemania o Países Bajos acerca de la emisión de deuda” y consideró que tal vez termine solucionándose “a base de préstamos a cada país”, con condiciones especiales, “para evitar las diferencias entre países”. “Se trata de una cuestión compleja que debe estar bien gestionada”, declaró, refiriéndose al “riesgo” que puede suponer esta situación para el propio funcionamiento de la Unión Europea.
También aseguró que “la única limitación a que el Banco Central imprima y compre deuda es la inflación” y “esta situación es deflacionaria porque con la caída de demanda que tenemos es más probable que haya más deflación que inflación”. Steinberg explicó que “hasta que no veamos síntomas de que la inflación se va por encima del 2 por ciento, y yo no veo esto hasta el 2022 en ningún caso, el Banco Central Europeo puede hacerse cargo de parte de esta deuda”. Otra cosa es que “esto abrirá dilemas morales, ¿por qué si ahora se hace esto no se puede volver a hacer en otra ocasión?”.
Steinberg también se refirió a la geopolítica. “Se trata de una pandemia global que se ha producido en un momento en el que China está en expansión, Estados Unidos cerrándose cada vez más, con una rivalidad por el 5G, con el reto del cambio climático y la cooperación internacional de capa caída”, entre otros aspectos. Pero, dijo que “esta es la primera vez que hay una crisis global en la que Estados Unidos ha renunciado conscientemente a liderazgo y China está tratando de realizar una campaña para mejorar su imagen dado que es señalada como el origen de esta crisis”.
Por lo tanto, explicó Steinberg, “vamos a vivir un periodo en el que se va a retraer la globalización, se va a producir un repliegue de las cadenas de suministro y para ello se apoyarán en la impresión 3D. Habrá mayor control de inversiones, de la movilidad, etc.”.
Y señaló que no cree que se pidan responsabilidades de esta crisis a China porque esto “no ayudaría a la cooperación que ahora mismo es necesaria para para poder buscar soluciones científicas a esta pandemia”.
Aseguró que “el turismo no va a poder recuperarse hasta mucho más adelante. El turismo y todos los sectores vinculados al mismo en un plano secundario, como el ocio, eventos, etc., van a sufrir”. Sin embargo, subrayó, van a ganar los servicios la venta online, servicios legales de consultoría, etc. Ha vaticinado también “una caída en los precios de los activos”, lo que “afectará”, entre otros, “al sector inmobiliario”.
En este nuevo escenario consideró “muy necesario” mejorar la infraestructura digital, “invertir en la digitalización de los que están menos digitalizados para así reducir la brecha”.
El presidente de ADEA, Salvador Arenere, afirmó que “de esta crisis nos va a sacar el comportamiento de la sociedad civil” y ha destacado y felicitado a “todos los profesionales que trabajan en esta crisis, como los sanitarios, farmacéuticos, fuerzas de seguridad, empleados del sector de la alimentación y de la cadena alimenticia, etc.” y se ha refirió también a las “empresas y la industria, por su implicación en esta crisis y las donaciones que están realizando, y a las entidades financieras por facilitar a las empresas la salud económica”.