Fermín Encuentra Seminario, CEO de GE XXI, hace historia de esta empresa fundada por su padre. - El Sol Digital
Fermín Encuentra Seminario, CEO de GE XXI, hace historia de esta empresa fundada por su padre.Fermín Encuentra Seminario, CEO de General Elevadores XXI

Fermín Encuentra Seminario, CEO de GE XXI, hace historia de esta empresa fundada por su padre.

Vicente Almenara.- Fermín Encuentra Seminario está al frente de General Elevadores XXI, una empresa familiar, fundada por su padre y asentada en Málaga, y que incorpora la fabricación del “cerebro” del ascensor, la llamada maniobra, y el mantenimiento de toda clase de marcas como principales activos. En un mercado dominado por cinco multinacionales, su empresa se ha hecho un hueco importante y aporta novedades “inteligentes” a estas cabinas a las que es raro que un día no entremos. Es la historia de seis hijos de un matrimonio venido a Málaga desde Zaragoza y con un fundador que durante toda su vida trabajó en el sector y que no se quiso ir de la ciudad ni a su Zaragoza natal.

 

Me parece interesante la historia que conozco de su empresa familiar.

Sí, la empresa es una empresa familiar, fundada por Fermín Encuentra Peralta, mi padre. A finales de los años ochenta, en 1989. Y la verdad es que lo que tiene más jugo, por decirlo de alguna forma, es realmente la historia de él. Nació en Zaragoza, en 1934, estudió perito industrial y su primer trabajo fue en Zardoya, cuando todavía no era Zardoya Otis, todavía era una empresa nacional, radicada en San Sebastián, y ese fue su primer trabajo y desde entonces no ha trabajado en ningún otro sector, ni ha tenido ningún otro oficio que no sea en ascensores. El periplo suyo, desde los cincuenta, se inicia en Zardoya, como digo, después pasó a Madrid en Schneider, vino aquí a Málaga y conoció a los hermanos Braun, que formaron la empresa Braun Ascensores. Esa empresa después fue adquirida por Schindler, que es la segunda gran multinacional que existe y después de Schindler pues salió. Estuvo unos años sin trabajar en el sector, y en el año 1989 se plantó y dijo que no sabía hacer otra cosa que lo que había hecho toda su vida, trabajar en ascensores. Y empieza como casi todas las empresas familiares en primera generación como un modus vivendi. Todos tenemos ensoñaciones, todos pensamos que podemos hacer algo grande… y empieza con sus procesos, su metodología, su forma de trabajar, su experiencia, pero empieza de cero un día levantando una persiana, ya digo, con cero clientes, con cero ingresos, tirando de personal de confianza

No aquí, en el Parque Tecnológico.

Empiezan en Calle Carpio, y además con el nombre de Fergonsa. Realmente, se empieza con el nombre de Fergon y luego pasa a Fergonsa. Y se empieza con una serie de gastos del personal que te traes del sector. Él tenía unos ahorros y, bueno, es la inversión inicial. Y la visión que tuvo fue, principalmente, que el servicio postventa en España no estaba considerado, ni estaba trabajado como se debería. Cuando te instalan el ascensor en un edificio que está en construcción, en el fondo, el comprador de ese ascensor no es el usuario. Te lo compra una promotora, una constructora y después llegan cuarenta familias que son las que lo usan. Y a ese servicio postventa en esa época en España, según su criterio, no se le prestaba la atención que se le debía prestar, y es el servicio más longevo, que te va durar la máquina lo que te dure, veinte, treinta, cuarenta años, como un coche, como una lavadora, lo que sea, lo que duren las cosas en aquella época y lo que duran hoy en día. Y él decía que esa postventa estaba muy olvidada por las empresas y que tenía que ser de calidad porque no dejan de ser familias como las nuestras que viajan en ascensores, sean dos paradas o en siete paradas. En siete paradas estamos hablando de veinte metros de altura, y hay que tener un cuidado y un esfuerzo de mantenimiento importantes. Y, realmente, bajo nuestra opinión, fue rompedora la idea, y el crecimiento fue muy rápido en esos principios. Se empezó aquí en Málaga y en Sevilla.

En Málaga quizás por su auge inmobiliario y hoteles…

Bueno, en Málaga porque él estaba aquí.

Indiscutiblemente, Málaga, si no me equivoco, puede ser si no la cuarta será la quinta provincia en número de ascensores instalados. Recordemos que España es el país del mundo número uno de ascensores instalados por habitante.

¿Y a qué se debe ese ratio?

A que construimos muy en vertical en España. Cuando vas a EEUU hay muchos más ascensores instalados en números absolutos, pero no por habitante, sales de los centros financieros y vives a 45 kilómetros de donde trabajo, es muy común en EEUU, como vivir aquí en Marbella, pero claro es que no dejas de ver casas, pero bajas, desde que sales del centro financiero hasta que llegas a tu vivienda. Aquí no, somos más de núcleos urbanos, en España se estila este tipo de construcción y vivimos mucho más en vertical. Incluso ni en el mismo Japón, que es el país por excelencia vertical, hay tantos ascensores por millones de habitantes. Dentro del marco de ese volumen de ascensores que en España hay, cerca de un 1.150.000 ascensores instalados y en funcionamiento, pues Málaga puede ser la cuarta o la quinta provincia, porque si bien en habitantes puede estar detrás de ciudades como Zaragoza y Sevilla, en número de ascensores instalados pues Madrid, Barcelona, Valencia y puede que Alicante. Él estaba aquí, él ya había echado raíces aquí, tiene seis hijos, somos seis hermanos, y venía de Zaragoza, mi madre de Pamplona, conoció Málaga, y ellos son de los pioneros, de lo que pasa hoy en día, el que conoce Málaga no se quiere ir de Málaga. Mi padre vino en el año 1965 y dijo mira yo de aquí no me voy. Incluso en esas disputas que había con Schindler, un grano más de arena era que querían su traslado a Zaragoza, donde Schindler tenía en su día la central, y él es de Zaragoza, y dijo que ni hablar, que él de Málaga no se movía. Bueno, pues entonces fue en Málaga porque había mercado, porque había connotaciones familiares, sentimentales, personales, de vivir, del año 1965 a 1990 pues había vivido 25 años y él veía que podía ejecutar la visión que tenía. La otra parte fue también en Sevilla, porque en sus inicios fue con unos socios sevillanos, aunque él siempre ha tenido en todas las sociedades que estaba la mayoría, y empezaron el camino con él. Entonces empezó en Málaga y en Sevilla, con dos sociedades diferentes, en Málaga Fergonsa, en Sevilla Disa, y empezaron a captar clientes para prestar el servicio postventa. Entonces sí, hay hoteles en Málaga, pero en el fondo el cliente principal son las comunidades de propietarios. Y se empezó, como digo, en los años ochenta y nueve y noventa, y de ahí hasta el año 2000 pues no solamente fue el crecimiento en Málaga sino que ya se abrieron delegaciones que englobaba toda Andalucía, Extremadura, e incluso se hizo la compra de dos empresas en Barcelona y, por tanto, había también carteras de mantenimiento en Barcelona y en Tarragona, y ese fue el crecimiento hasta el año 2000 y en este año con las normas de calidad, la ISO 9001, teníamos la sociedad Fergonsa en Málaga, Disa en Sevilla, habíamos constituido una para exportación, que se llamaba Alianza Estratégica, si bien nosotros en aquella época no éramos fabricantes, pero sí teníamos una muy buena relación con un fabricante de Madrid, que no tenía vocación exportadora y llegamos a esa alianza de fabricar ellos y yo pongo la red comercial y vamos a vender fuera. Así fue como se desarrolló esa compañía, Alianza Estratégica, había otra financiera, GXXI Inversiones Financieras, y cuando llegaron todas estas normas de calidad y hay que sacar la ISO 9001 para cada una de las compañías pues se decidió hacer una fusión, una fusión de todas. Los accionariados eran los mismos, salvo la de Alianza Estratégica que luego se absorbió  porque el fabricante aquel de Madrid desapareció y nos quedamos nosotros con la sociedad, y se unificó todo en lo que hoy es General Elevadores XXI.

¿Y fabrican?

Fabricamos lo que consideramos que es, y lo considera también todo el sector, el componente más sensible del ascensor, que es la maniobra. El cuadro de maniobras es el cerebro del ascensor, lo que hace que cuando tú le des al dos vaya al dos, cuando llegue a planta abra y cierre puertas, incluso toda la tensión del cuadro de maniobras, todas las comunicaciones, hasta las botoneras, tanto de cabina como de planta. Eso lo fabricamos en las naves que tenemos en Villarosa, cerca del aeropuerto, y esos inicios de fabricación pueden ser el año 2003, aproximadamente. Veíamos que necesitábamos tener ese componente propio que nos identificara. Es un poco la idea de la automoción, donde realmente hay proveedores de todas las partes mecánicas, ya quedan menos, pero hay muchos aquí en España, muchos en Europa, infinitos en China, pero para fabricar una guía necesitas una fundición, y hay quien lo hace. Chasis de cabina, puertas de mucha calidad… Al finalm te centras en lo que tú puedes ser diferenciador y en ese componente estratégico que requiere más tecnología y le dedicas toda tu atención.

¿Y el mantenimiento es a cualquier marca de ascensores en funcionamiento?

Cualquier marca. Nacimos, como te comentaba, en 1989 con cero clientes y no habíamos fabricado, pues se trataba de captar mantenimiento de otras compañías por altos precios, por mal servicio… La verdad es que en esa época el servicio estaba muy dejado y el usuario final, que en el fondo es el propietario del equipo, aunque este usuario se monte en el ascensor y coja una moneda y raye la cabina, es lo mismo que si lo hiciera en el salón de su casa… El ascensor es propiedad de la comunidad de propietarios y él es el que realmente tiene que sentir que ese servicio es bueno, eficiente, rápido, que le aporta soluciones, cualquier servicio que contratas intentas que te duela la cabeza lo menos posible.

¿Y hay diferencias sensibles entre los ascensores de las comunidades de vecinos?

Igual que hacemos nuestras maniobras, las hacen todas las empresas, todas las multinacionales principalmente y las grandes nacionales. Cada equipo por decirlo de alguna forma es de su padre y de su madre. Algunos se han instalado en España. Unos están bien dimensionados, otros están sobredimensionados, otros desgraciadamente están infradimensionados… Después, el equipo será de mejor calidad o de no tan buena calidad, el montaje es muy importante. Te puedes encontrar un ascensor de una calidad no muy buena con un montaje óptimo y ese ascensor no te va a dar problemas, y te puedes encontrar el mejor ascensor del mundo mal montado que eso no va a funcionar bien en la vida. Entonces, claro, con ese enorme abanico de posibilidades… y después los tráficos, no es lo mismo cómo se construyó en los finales de los sesenta o setenta, aquí en Málaga, por ejemplo, en la Luz, la Paz, doce o catorce plantas con un solo ascensor, que hoy no es así…, pues imagínese usted lo que sufre ese ascensor, el tráfico que tiene. Hoy en día, tienes ocho paradas y, por lo menos, tienes que tener dos equipos. Claro, el tráfico que sufren los ascensores se reparte a la mitad.

“Y él decía que esa postventa estaba muy olvidada por las empresas y que tenía que ser de calidad porque no dejan de ser familias como las nuestras que viajan en ascensores”

¿Y el mercado es de multinacionales principalmente, aunque haya también empresas nacionales?

Yo diría que entre el 75 y el 80 por ciento lo cubren las cuatro grandes empresas internacionales, y la grande nacional que hay, que en el fondo ya casi es una multinacional, por tanto, las cinco grandes multinacionales presentes en el mercado español. Hay otras multinacionales asiáticas que no están aquí. Esas cinco, por redondear, ocupan o cubren el 80 por ciento del mercado, y si después añadimos a esas cinco grandes unas diez o doce nacionales de tipo medio como nosotros, que las hay todavía, ahí casi estamos rozando el 90 por ciento del mercado, dejando el otro 10 para unas 500 pequeñas que hay, las locales.

¿Y el ascensor, el elevador, es un aparato en el que la tecnología está a cada paso aportando un elemento novedoso?

Estamos viviendo en ascensores lo mismo que estamos viviendo en todo, igual que pasa en los teléfonos, los ascensores eran de relés. Y hoy todos no sólo tenemos teléfonos móviles, sino que en ellos tenemos cámara, televisión, datos, etc. Pues la tecnología en ascensores avanza mucho, son componentes electrónicos, son programables, y una vez que entras ahí, pues ya puedes hacer virguerías y hay muchos proyectos en los que se están analizando grandes datos, los big data de los ascensores se comportan para poder predecir averías, para que el preventivo sea mucho mayor que el correctivo, que es lo que estábamos hablando antes, intentar dar un servicio en el que el cliente hasta, y más ahora con el Covid 19, intenta llamadas al ascensor que no son táctiles, por ejemplo con acciones en el teléfono. Hemos desarrollado una aplicación en la que se puede llamar al ascensor desde el teléfono y no tocar el pulsador, acercando la mano también sin llegar a tocar, estamos en un proyecto con voz, es decir, todo lo que se pueda desarrollar en cualquier otro ámbito en base a los avances tecnológicos, existe en el mundo del ascensor.

¿Cómo es la normativa?

Es comunitaria, de obligado cumplimiento en todos los estados miembros, que después se desarrollan aquí mediante unas instrucciones técnicas, complementarias a esas normativas comunitarias, y son las que nos rigen, y deseamos que la aplicación, en concreto en España sea más exigente. Hay muchos ascensores en España fuera de norma. En los noventa se estableció lo de las puertas en cabina. Después hay otras normas publicadas y que tienen su complejidad, tienen su coste para el cliente y que, en el fondo, pues no se quieren acometer. Tal es así, incluso, que en el ascensor existe, igual que en los vehículos la ITV, una inspección general periódica que hay que pasar cada cuatro años en comunidad de propietarios, cada dos en edificios de mayor concurrencia como pueden ser hoteles, hospitales, tiendas… Y para seis en casas unifamiliares o edificios con pocas paradas, y eso no está al día. ¿Qué ocurre? Y toco madera, pues que se han conocido accidentes y hace dos o tres años hubo una racha de accidentes en ascensores. El ascensor tiene muchas medidas de seguridad y para que ocurra un accidente en un ascensor tienen que concurrir bastantes hechos o circunstancias, como suele ocurrir cuando ocurre un accidente, que en el fondo no es consecuencia de una sola, sino de varias causas. Al final, soy yo el que se monta con una hija de siete años en un edificio en la parada once y voy a la planta baja, y estamos hablando de 30 metros de altura. Creo que a eso se le debería prestar muchísima más atención y ser mucho más exigentes.

¿La avería más común es la de que el ascensor se queda parado en cualquier planta o entreplanta?

La avería más común siempre son las puertas, porque para unos abren muy lentas y las empujan, para otros abren muy rápidas y las empujan, y quieres salir y le pegas con el carrito del niño y le pegas con las bolsas y pones el codo y presionas y entonces es cuando las puertas sufren. Hay algunos componentes que se podrían instalar en las puertas para intentar que el daño sea menor, pero volvemos a lo mismo, no se exige y las comunidades pues, bueno, es un bien poco definido de quién es la propiedad.

¿La principal competencia que se establece entre las empresas en este mercado es de precios o es de diseños, de prestaciones…?

Hay poca diferenciación, realmente. Y me voy también a la instalación nueva, tanto en producto como en servicio. También es cierto que la crisis anterior, la del 2008 al 2015, trajo una guerra de precios yo creo que interminable, porque incluso hay coletazos a día de hoy. Por lo tanto, hay poca diferenciación, el precio cuando hay poca diferenciación entre productos y servicios es importante. Pero si bien es cierto que la marca hace, hay marcas de ascensores que a cualquiera que paremos en la calle te la dice la primera, y eso pesa, sobre todo en venta nueva. Y después en el servicio, las empresas como la nuestra que estamos luchando con las multinacionales para hacernos nuestro hueco en el mercado sí conseguimos diferenciarnos en servicios, y en muchos casos lo conseguimos, y ese puede ser el valor diferencial por el cual una comunidad de propietarios aún teniendo un ascensor instalado con una marca prefiere que el mantenedor seamos nosotros.

¿Cómo les está afectando la pandemia?

 

Hay que diferenciar. El servicio de mantenimiento, lo hemos considerado siempre esencial, y no solamente nosotros, sino todas las publicaciones que ha habido y todos los decretos que ha habido, lo declararon esencial, y lógicamente pues se resintió menos, porque nosotros en cualquier momento, incluso el más restrictivo que hubo, que fue la semana anterior a la Semana Santa, seguimos prestando el servicio de mantenimiento, seguimos acudiendo a las averías. Ahí hemos tenido una respuesta de nuestros clientes, que aprovecho para decir, excepcional, y que agradezco sobremanera, porque lo han sabido valorar que hemos estado al pie del cañón todos los días a todas las horas, indistintamente de la circunstancia en las que estábamos, y en eso pues afectó menos. Ahora, en el campo de instalaciones, reparaciones, sustituciones… que son todas las obras que había que acometer, bien a clientes propios que tenían que hacer una sustitución, o instalar un ascensor nuevo, pues vivimos la parada desde el 14 de marzo hasta principios de junio. Primero, porque considerábamos esencial aquello que estaba a medio hacer, recuerdo perfectamente una sustitución que nos pilló con todo este revuelo del estado de alarma con el ascensor desmontado en Jaén, íbamos a montar uno nuevo. Claro, una comunidad, siete paradas, todas personas mayores, la directriz que dimos es seguir haciendo los trabajos, creímos y, creo que con acierto, que terminar ese desmontaje y montar el ascensor nuevo era esencial para esos señores.

¿El resto del trabajo que se quedó parado en su momento se encuentra al levantarse el estado de alarma o parte se ha perdido?

Hemos encontrado todo, gracias a Dios, lo que sí nos hemos encontrado también son retrasos, de la gente que tiene miedo. Son dos personas, operarios, que entran en la comunidad, donde pasan las personas, y además no son obras en las que no se levante polvo y en las que no se haga ruido. Entonces, hemos tenido ciertos retrasos, y eso ha ocasionado almacenamiento de materiales, falta de facturación…, hemos tenido con respecto al año anterior un descenso de la facturación importante. Ahora, como todo en esta vida, pues tiene su cruz, que es la que estamos hablando, y su cara, y la cara es que no ha habido anulaciones y que son proyectos que están en curso, que se están avanzando y yo tengo esperanza, incluso convencimiento, en que el año 2020 va a generar elevadores, como para todos, con mucho esfuerzo y con pérdidas de facturación y a todos los niveles, pero creo que el año 2020 está salvado. Ahora vivimos el 2021 con incertidumbre.

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