Esta semana los mercados han primado la expectativa de una mayor predisposición a negociar entre EEUU y China y la formación de gobierno en Italia frente a la suspensión del Parlamento británico y una macro que ha quedado en segundo plano. De esta forma los índices estadounidenses y europeos han logrado avances del +2,5/3%.
En materia comercial, los mensajes siguen siendo contradictorios y los avances se han concentrado al final de la semana. Mientras Trump afirmaba que desde el gigante asiático estaban dispuestos a llegar a un acuerdo comercial, las informaciones desde China apuntaban a la falta de credibilidad del presidente Trump. Sin embargo, el viernes se moderaban las tensiones ante la mayor predisposición de China a continuar con las negociaciones. China considera que los avances dependerán de si EEUU crea condiciones favorables, esperando que pueda cancelar los aranceles adicionales recientemente anunciados con el fin de evitar una escalada adicional.
Mejores noticias llegan desde Italia, donde se ha alcanzado un acuerdo de gobierno en coalición entre el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático, con Conte recuperando su papel de primer ministro. Esta nueva alianza evita la celebración de unas elecciones anticipadas que previsiblemente habrían dado como vencedor a la Liga Norte y facilita la aprobación de unos presupuestos 2020 el próximo otoño acordes con las exigencias de Bruselas
En cuanto a mercados emergentes, el gobierno argentino estaría buscando una reestructuración de la deuda (101.000 mln usd) con el que evitar su noveno default tras el reciente incremento de incertidumbre provocado por la derrota de Macri en las primarias argentinas celebradas el pasado 11-ago. Recordamos que el peronista Alberto Fernández, que se presenta con la ex–presidenta Cristina Fernández de Kirchner como candidata a la vicepresidencia, obtuvo el 47% de los votos (vs 32% de Macri), convirtiéndose en el claro candidato para las elecciones presidenciales del 27-oct. El impacto fue claramente negativo en el peso, que se ha depreciado cerca de un 30%, incrementando el coste del servicio de la deuda en dólares. La intención es retrasar el pago de 7.000 mln usd de deuda con vencimiento este año, una reestructuración voluntaria de 50.000 mln usd de deuda a largo plazo, la mayor parte en manos de extranjeros.
De esta forma despedimos un mes de agosto que se ha caracterizado por las caídas generalizadas en bolsa (-6,5% en emergentes, -2% en EEUU y -1% en Europa, destacando la caída del -5% del índice británico) y cesiones en TIRes. El bund alemán continúa en niveles mínimos históricos de -0,70% (-26 pbs en agosto), el Treasury americano -50 pbs hasta 1,51% y el bono español en 0,11% (-18 pbs en el mes).
Seguimos pensando que persiste el riesgo de deterioro cíclico, especialmente en Europa, con unos indicadores adelantados que siguen mostrando debilidad, especialmente en el sector manufacturero que sufre por las tensiones comerciales y la incertidumbre respecto al Brexit. El riesgo está en que esta desaceleración acabe trasladándose al sector servicios, que hasta ahora se ha mantenido relativamente sólido y, por extensión, afecte en mayor medida de lo esperado a los resultados empresariales y sus valoraciones. Por ello, continuamos recomendando cautela hasta percibir un suelo en la desaceleración cíclica y mantenemos nuestra postura defensiva a la espera de mejores niveles de entrada en base a fundamentales sólidos tanto a nivel micro como macro. La evolución de la guerra comercial, que sigue elevando la confrontación entre las dos potencias mundiales, y los mensajes procedentes de los bancos centrales, con las reuniones que tanto la Fed (18 de septiembre) como el BCE (12 de septiembre) celebran este mes, serán claves para poder asistir a cierto rebote en las bolsas, y del final de la apatía del verano, e incluso más allá, desde la fuerte caída de febrero de 2018, que se le está atragantado a los índices americanos, que no son capaces de superar de verdad aquellos máximos.