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En el mundo del emprendimiento, surgen ideas revolucionarias y originales que pueden converger en un proyecto empresarial. Incluso los negocios más específicos pueden triunfar si nacen con la suficiente ambición. Esto es al menos lo que ocurre con la start up ‘fishfishme’, especializada en un nicho muy concreto pero con una aspiración internacional. Se trata de un ‘marketplace’ que conecta a personas que desean practicar la pesca deportiva en embarcaciones. Y lo hace en cualquier lugar del mundo. En la actualidad, dispone de un parque de más de 700 barcos repartidos por 35 países, una oferta que, hoy por hoy, no ofrecen, ni siquiera, compañías de mayor tamaño o consolidadas. La clave radica en ofrecer al cliente un producto completo cuando llega de vacaciones a un destino. Todo lo necesario para que salga de excursión al mar y disfrute de una jornada de pesca deportiva. Es un sector limitado pero que mueve mucho dinero en todo el mundo.
Los dos artífices de esta aventura son el emprendedor malagueño José Luis Gil Zafra y el kuwaití Abdullah AlShalabi que entablaron amistad mientras cursaban un MBA en la Universidad Hkust de Hong Kong. Hablamos con el primero que nos atiende en Málaga. El directivo lidera el equipo que realiza todo el desarrollo de su plataforma web y la parte de diseño.
¿Cómo nace Fishfishme?
José Luis Gil: Abdullah es el gran apasionado por el mundo de la pesca. Tiene experiencia y entablamos amistad durante un master en Hong Kong. Intentamos en vano durante nuestros estudios encontrar un barco para salir de pesca. Las dificultades que encontramos fueron más de las esperadas. Esta tónica volvió a repetirse en distintos países. Entonces nos preguntamos por qué no existía una empresa que te facilitara un servicio así. Contactar con un patrón, proporcionarte una ruta, todo el kit necesario. Ni siquiera encontrábamos una plataforma online con destinos, similar a los buscadores de hoteles, tan en boga. Algo sencillo que te permitiera pescar en países de Oriente Medio, Australia, Estados Unidos o el Mediterráneo. Concluido el máster, nos apresuramos en fundar en 2012 Fishfishme.
¿No existen empresas como tales?
Por lo general, la búsqueda de servicios de pesca deportiva se ha hecho de una manera tradicional contactando con puertos deportivos o empresas especializadas cuando llegabas a tu destino. Detectamos que existía una comunicación ineficiente entre cliente y proveedor del servicio. Había aspectos muy mejorables como la falta de información, precios opacos o la dificultad para gestionar una reserva.
¿Qué ventajas ofrece fishfishme?
Para empezar, eliminamos barreras en este proceso de búsqueda. Utilizamos la tecnología que proporciona una web para centralizar toda la oferta de ‘charters’. Se agrupa por destinos. El objetivo de la plataforma online es que el cliente final pueda encontrar toda la información y reservar los charters (paquete de servicio) de forma sencilla.
Fishfishme cobra una comisión por cada reserva que se realiza en nuestra página de venta.
¿Cuándo se produce vuestra prueba de fuego?
Dubai era el mercado más cercano para nosotros gracias a Abdullah. Es un destino al que acuden muchos turistas por trabajo y reúne unas condiciones de pesca inmejorables. Durante el primer año de actividad realizamos centenares de transacciones y en 2014 decidimos abrir el abanico e incorporar barcos en otros destinos de Europa, Asia, África y América.
En Estados Unidos, por ejemplo, más de 30 millones de personal al año alquilan barcos para realizar ‘charter de pesca’. Este sector mueve en dicho país más de 1.300 millones de dólares. Otros mercados con gran tradición son Australia y Nueva Zelanda.