El documental ‘I Am Gen Z’, disponible en Filmin, hace un retrato nada halagüeño de las consecuencias de las nuevas tecnologías en la primera generación nativa digital, según informa Marta Medina en El Confidencial en su edición del pasado 11 de agosto.
‘I Am Gen Z’, de la directora inglesa Liz Smith, ahonda en las repercusiones biológicas, psicológicas y sociales de la tecnología. A través de los testimonios de psicólogos, neurocientíficos, directivos de las grandes empresas de Silicon Valley y de jóvenes activos en las redes sociales, ‘I Am Gen Z’ dibuja un panorama desalentador sobre la posibilidad del ser humano de gestionar una transformación tan profunda en tan poco tiempo: ni la aparición de la imprenta ni la Revolución Industrial supusieron tal terremoto a nivel colectivo, se concluye en el documental.
El principal escollo es la competencia iPhone y Android para revertir un modelo que basa su eficacia en la modificación del comportamiento del usuario, manejando sus impulsos inconscientes a través de técnicas psicológicas para fomentar la dependencia del usuario y las aplicaciones móviles.
El modelo de conducta de Fogg es, por ejemplo, uno de los métodos utilizados: detectar los impulsos del consumidor, ponérselo fácil para que los consuma y tentarle y estimularle una y otra vez para repetir el proceso. «Ese modelo en particular permite diseñar cualquier tecnología digital para desencadenar una respuesta de dopamina, observar el comportamiento y luego reforzarlo. Es un caso como de ‘aprieta el botón A, tira de la palanca B y, prácticamente, podemos garantizar la respuesta’.
Se lee en El Confidencial: “Muchos de los testimonios de jóvenes en el documental hablan de la imposibilidad de despegarse de sus teléfonos móviles, de la sensación de angustia si lo pierden o lo rompen, de la necesidad de que sus ‘posts’ reciban una respuesta positiva por parte del entorno, del interés que suscitan los perfiles de gente que, en la vida ‘real’ y analógica, no despertarían ninguna curiosidad al no pertenecer al círculo cercano, de cómo han modificado su estética de acuerdo a los estándares de las redes, de cómo hay una comparación continua y una sensación de que el resto de personas son una versión mejorada e inalcanzable de uno mismo, o de cómo manipular sus fotografías hasta dejar de reconocerse en su yo real”.