Impeachment. Carlos Ramírez. Abogado - El Sol Digital
Impeachment. Carlos Ramírez. Abogado

Impeachment. Carlos Ramírez. Abogado

El detonante ha sido una llamada telefónica de finales de julio al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en la que “podría haber presionado” a su homólogo para que investigara al candidato presidencial Joe Biden.

En las transcripciones divulgadas por el Departamento de Justicia y la Casa Blanca, el republicano dice a su homólogo ucraniano que «hay muchos rumores sobre el hijo de Biden, de que Biden detuvo el procesamiento y muchas personas quieren saber sobre esto para que lo que sea que hagamos con el fiscal general vaya genial (…) Biden estuvo alardeando de que detuvo el procesamiento así que si pudieras averiguarlo (…) Me parece horrible». El mandatario compartió en esa red social un video donde Pelosi defendía al expresidente Bill Clinton cuando éste fue sometido a otro «impeachment» que no prosperó en 1999.

Hillary Clinton no ha tardado en opinar en Twitter sobre el caso. “El presidente de los Estados Unidos ha traicionado a nuestro país”, escribió, y añadió “es un peligro claro y presente para las cosas que nos mantienen fuertes y libres. Apoyo el “Impeachment”.

El Gobierno norteamericano ha difundido el contenido exacto de la conversación telefónica que mantuvieron el 25 de julio los dos líderes y que ha abierto la puerta al inicio de un juicio político contra Trump en la Cámara de Representantes.

Nancy Pelosi, líder demócrata de la Cámara de Representantes, ha marcado un hito para la historia de EE. UU. y compareció ante las cámaras de televisión, para anunciar el inicio formal del «impeachment» o proceso de recusación del presidente de EE.UU. afirmando que “Las actuaciones de la presidencia de Trump han revelado el hecho deshonroso de la traición del presidente a la jura de su cargo, la traición a nuestra seguridad nacional y la traición a la integridad de nuestras elecciones. Nadie está por encima de la ley”.

El «impeachment» se convirtió en un clamor entre los sectores más izquierdistas del partido demócrata cuando recuperaron la mayoría en la Cámara de Representantes -el órgano que impulsa la recusación- el pasado otoño. Primero fue la mal llamada “trama rusa”. Sin embargo, las conclusiones del fiscal, Robert Mueller, fueron que: no había pruebas sobre complot y, aunque no exoneraba a Trump de obstrucción de la justicia, tampoco le imputaba. Otra fueron las acusaciones de varias mujeres por acoso sexual hace diez y veinte años. The NewYork Time ha descubierto que los testimonios de las mujeres que denunciaron a Trump por acoso sexual eran falsos y fueron pagados por círculos cercanos a Hilary Clinton.

La recusación es un mecanismo de enorme riesgo político, un arma de doble filo para los demócratas. Si no consigue los apoyos suficientes en el partido demócrata y republicano, y en la opinión pública, se evidenciará la «persecución» al presidente.

Con un Senado de mayoría republicana, dominado como un guante por Trump y a falta de conocer el contenido delictivo o que atente a la seguridad nacional de esa llamada, es muy improbable que un «impeachment» acabe con el desalojo de Trump de la Casa Blanca antes del 4 de diciembre de 2020.

El juicio político a Trump dominará el ciclo informativo durante meses y llegará hasta la campaña de reelección, con resultado incierto para los demócratas. Biden se esconde detrás de la tupida cortina de silencio, de momento, todo esto le puede hundir.

La idea es que la ilegalidad de la llamada al presidente ucraniano para verter basura sobre un enemigo político es mucho más fácil de vender a la opinión pública que la compleja investigación de la trama rusa. Así se inicia una investigación formal para determinar si el presidente Trump buscó la ayuda de Ucrania para difamar al exvicepresidente Joe Biden, el favorito para la nominación presidencial demócrata 2020.

La Constitución concede a la Cámara de Representantes la votación inicial de cualquier proceso de destitución. Si es aprobado por mayoría simple (la mitad más uno de sus 435 miembros), el proceso se traslada al Senado, donde se lleva a cabo un proceso en el que los miembros de la Cámara actúan como fiscales y los senadores, como jurados. Preside el presidente de la Corte Suprema. Para condenar y destituir a un presidente se necesita el voto a favor de 67 senadores (dos tercios del total de 100), pero esto nunca ha sucedido.

En el Congreso hay 235 demócratas, 199 republicanos y un representante independiente. Los demócratas no necesitarían apoyo de los republicanos para sacar adelante la medida. En julio, el Congreso votó mayoritariamente en contra de pronunciarse sobre un intento de un legislador de Texas de impulsar un impeachment contra Trump, y por ese motivo no se llegó a votar.

En el Senado, en cambio, hay mayoría republicana: 53 senadores frente a los 45 demócratas y dos independientes que suelen votar junto a los demócratas. Serían necesarios 67 votos, con lo que al menos 20 republicanos y todos los demócratas e independientes tendrían que votar en contra.

El tema del extremismo blanco está tomando un nuevo rol importante en el debate político estadounidense y va separado del problema de las armas y las personas que las usan para atacar a sus conciudadanos.

¿La primera economía del mundo seguirá de fiesta en 2019? El crecimiento será de alrededor del 3 por ciento en 2018, el mejor desempeño desde la crisis financiera hace 10 años, en particular, gracias a los masivos recortes de impuestos implementados por la administración de Trump.

El comercio con el gran socio chino está en plena desaceleración, con un crecimiento esperado de solo 6,2 por ciento para el año próximo, según el FMI. Además, las tasas de interés y -al otro lado del Atlántico- el Brexit, las protestas en Francia e Italia, encienden alarmas de que podría acercarse el fin de un ciclo en Estados Unidos.

Las hostilidades comerciales que impulsa la Casa Blanca representan un riesgo real para el crecimiento de Estados Unidos, y más allá de ese país. Según el FMI, el PIB mundial podría reducirse en un 0,75 por ciento debido al aumento de las tensiones.

Los indicadores adelantados apuntan a una moderación del crecimiento en próximos trimestres, sobre todo en el sector industrial. La Confianza del Consumidor ha perdido vigor en comparación con los máximos de 2018, aunque se mantiene en niveles relativamente más resistentes.

Quizás lo que más moleste a los demócratas es que Trump haya revisado tratados internacionales comerciales firmado por Obama y que sea contrario a la ideología de género y al aborto libre.

Trump ha condenado enérgicamente la ley de expansión radical del aborto recientemente aprobada en Nueva York y el apoyo del gobernador de Virginia Ralph Northam al aborto tardío.

La aprobación de la llamada Ley de Salud Reproductiva del 22 de enero del estado de Nueva York, consagra el aborto como un «derecho fundamental» y permite que los no-médicos realicen abortos y eliminen las protecciones pro vida para los niños no nacidos hasta su nacimiento.

Trump ha solicitado al Congreso que aprobara una legislación que prohibiera el aborto tardío y que declarara que los niños no nacidos están hechos a imagen de Dios. «Para defender la dignidad de cada persona, le pido al Congreso que apruebe una ley para prohibir el aborto tardío de niños que pueden sentir dolor en el vientre de la madre«.(…)»Trabajemos juntos para construir una cultura que valore la vida inocente«, «Y reafirmemos una verdad fundamental: todos los niños, nacidos y no nacidos, están hechos a la santa imagen de Dios«.

La postura de Trump sobre el aborto ha tomado medidas concretas para proteger y apoyar la vida en el cargo. Ha eliminado los fondos de los contribuyentes para el Fondo de Población de los Estados Unidos, que apoya el programa de aborto forzado y esterilización de China, y revocó las regulaciones de la era de Obama que protegen los fondos federales para los servicios de aborto.

Es el primer presidente en funciones que se dirige a la Marcha por la Vida en vivo vía satélite, y su vicepresidente Mike Pence se ha dirigido personalmente a la Marcha, el primer vicepresidente en funciones que lo hizo. Trump también ha actuado para apoyar la protección de la conciencia federal y la libertad religiosa para las personas de fe.

Son bastantes argumentos los que deciden votar a un presidente, la defensa de la vida es quizás uno esencial.

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