Incendio en Sierra Bermeja. Enrique de Vivero Fernández. Presidente de TÚpatria en Málaga - El Sol Digital
Incendio en Sierra Bermeja. Enrique de Vivero Fernández. Presidente de TÚpatria en Málaga

Incendio en Sierra Bermeja. Enrique de Vivero Fernández. Presidente de TÚpatria en Málaga

El pasado miércoles día 8 de  septiembre se declaraba en el paraje de Sierra Bermeja en la provincia de Málaga un incendio que afectaba a los términos municipales de Estepona, Jubrique, Genalguacil y Benahavís. Según los indicios iniciales, el incendio ha sido provocado, la existencia de dos focos en donde se inició el fuego y la hora de comienzo de los mismos así lo confirman, ahora vendrá la difícil tarea que ha iniciado la fiscalía de esclarecer estos hechos y la ardua tarea de la Guardia Civil de buscar a los causantes de este desastre ecológico.

Las cifras que rodean este macro incendio, son estremecedoras, un trabajador del INFOCA fallecido, cerca de 10.000 hectáreas calcinadas, 3.000 personas desalojadas de sus hogares y un perímetro de más de 85 kilómetros de extensión.

Las llamas fueron controladas la noche del lunes 13 al martes 14, gracias a la eficaz labor desarrollada por los trabajadores forestales, los bomberos de distintas corporaciones y la UME, que acudió en los momentos en que ya era imposible controlar el fuego dado lo escarpado del lugar  y la abundante vegetación, pero lo que realmente  hizo frenar el fuego, fue la meteorología, las lluvias que cayeron sobre la provincia de Málaga, de forma persistente y en cantidad abundante.

La verdad es que sin la ayuda del Zeus griego o el Júpiter de los romanos este incendio habría tardado mucho más en extinguirse.

Debemos estar contentos por que se haya cumplido el refrán español  “bien está lo que bien acaba”, pero no debemos conformarnos con esto, hay muchos puntos oscuros en la resolución de este incendio, calificado por el responsable del centro coordinador del puesto de mando como de “sexta generación”. Tendrá que explicarnos este sesudo funcionario de la Junta de Andalucía esta nueva forma de clasificar los incendios, probablemente le habrá costado hacer un master en  barbacoas y cerillas.

Desde el inicio, este incendio estuvo  mal controlado y mal dirigida su extinción, la muy abundante vegetación, fundamentalmente pinos de grandes dimensiones, las altas temperaturas, lo escarpado del terreno, no hacían presagiar una fácil solución al mismo. La falta de previsión por parte del responsable del operativo sería de por sí motivo suficiente para que este señor presentase su dimisión.

La declaración de incendio de nivel 1, pasó en 24 horas a nivel 2. Esto quiere decir que los elementos de la Junta de Andalucía no eran suficientes para frenar las llamas, de hecho se recibieron colaboraciones de toda Andalucía y del resto de España.

El conglomerado de personas se aproximaba a unos 500 efectivos, pero con un grave problema, la falta de coordinación y la desastrosa dirección desde el puesto de mando.

Las declaraciones efectuadas por el coordinador desde el puesto de mando, manifestando que este tipo de incendios tenían su propia dinámica al margen de los vientos hacen a esta persona no apta para estas funciones.

Es la primera vez que se da entender que las llamas actúan según un plan que ellas mismas deciden, parece ser que el fuego piensa. La realidad era otra, las llamas si no se ponen los medios adecuados y se emplean las estrategias oportunas para controlarlas y delimitar su propagación pues se expanden.

Las decisiones que se tomaron fue ir detrás del fuego, obligar a los agentes del INFOCA y a los bomberos a realizar una extenuante labor que con los medios de que  disponían no eran suficientes para atajar el fuego.

El empleo de la UME no se solicitó hasta el lunes13, a pesar de que se reclamaba su intervención ante las cámaras por el alcalde de Genalguacil, uno de los municipios más afectados.

No es que los soldados de la UME sean superdotados, pero si tienen más medios. y lo que es fundamental. existe un sistema de mando organizado y una distribución de cometidos entre sus miembros, en un incendio de esta categoría es vital la organización  y la coordinación de los diferentes agentes. La Junta de Andalucía no se atrevió a solicitar el empleo de la UME, cuándo debería haberlo hecho al declararse el nivel 2.

Existe un temor a pedir la colaboración de unidades del Ejército por parte de las autoridades civiles, parece que esto es una muestra de su incapacidad para resolver situaciones, de falta de medios, de colocar en puestos decisorios a personas con un perfil político y no técnico y sobre todo la abundancia de cargos políticos que se reunían en el puesto de mando para aparecer en la foto.

Por otro lado, el personal del INFOCA, que se ha batido el cobre en este trance, son personas con un trabajo temporal, mal remunerado y mal equipados, solamente se les contrata por temporada de riesgo de incendio.

Las labores preventivas se deben realizar todo el año, apertura y limpieza de cortafuegos, limpieza de hojarasca seca, apertura de caminos que permitan en su momento el empleo de vehículos y la vigilancia de esos parajes . Cuál es nuestra sorpresa cuándo  descubrimos que solamente hay, según la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, diez  agentes para controlar la inmensa zona de bosque de esta sierra que se estima en unas 30.000 hectáreas.

Esperemos que la dirección del INFOCA realice un análisis detallado de las condiciones en que se ha producido  este incendio y extraiga las lecciones oportunas para que con una eficaz labor de prevención, un aumento  de agentes forestales y una mejora en las condiciones laborales y económicas de este grupo de esforzados operarios, veamos que realmente la dirección de este organismo está en las manos adecuadas y no se rige por criterios de partido político.

 

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