Eutanasia. La muerte como terapia. Argumentos para el debate, ha sido editado por Hazteoir.org. En las conclusiones podemos leer acerca de la altura moral de una sociedad que se mide por la atención y el cuidado que presta a las personas más vulnerables. “La eutanasia no es la respuesta humana ni social al sufrimiento. Su despenalización o legalización es inaceptable en el siglo XXI, cuando la medicina y el sistema de salud y asistencia social disponen de medios suficientes para paliar el dolor, curar o, si esto último no es posible, proporcionar calidad de vida a las personas que lo precisan”.
“La legalización de la eutanasia supone un grave retroceso de la civilización pues es incontrolable (siempre va a más), es innecesario (hay salidas creativas y eficaces para abordar el sufrimiento) y es contraria a la ética”.
“La eutanasia no es inocua ya que pone en riesgo a todos al generar un profundo daño social del que no se informa. Tiene, además, graves repercusiones en el ejercicio de la medicina (daña el cuidado de los más vulnerables, genera desconfianza y desmotiva la investigación de enfermedades graves) y provoca la aparición de eutanasias no solicitadas (un treinta por ciento). Por último, la práctica eugenésica genera una presión psicológica en las personas más necesitadas de ayuda, como nuestros mayores, y potencia el indiferentismo social ante el sufrimiento ajeno”.