Hace falta ser miserable para decir ciertas cosas. Es el caso del delincuente por sentencia firme y coordinador de EH Bildu Arnaldo Otegui, quien ha vomitado que el fallecimiento del etarra Kepa del Hoyo no era “natural” y que “le han matado tras años de cárcel y dispersión”. No dijo que estaba condenado por asesinato, atentado y colaboración con banda armada, no, eso se lo calló. Pero lo que dijo, además, es mentira porque familiares directos padecían problemas cardíacos, causa genética muy probable de su muerte, y su internamiento en prisión era merecidísimo, no caprichoso o fruto del azar; ya lo de la dispersión hace gracia, si hasta querría que eligiera cárcel. Otegui, pasa a esta a mazmorra, ya conoces otras, estás en tu casa.