El caso de Venezuela figurará en los libros de historia como ejemplo no solo de crímenes de un dictador contra su pueblo sino de despropósitos en lo económico que llevan al hambre de los ciudadanos.
La hiperinflación que campa en el país de Maduro y sus secuaces no conoce límites y al tirano solo se le ocurre la emisión de nuevos billetes con cinco ceros menos, sí, cinco. Y es que, según el FMI, la inflación podría cerrar el año en Venezuela en un millón por cien.
Como ya apuntan muchos medios, la situación está fuera de control, solo una intervención internacional puede salvar a los venezolanos de morir por hambre o falta de medicinas. Podemos, IU y otros cómplices guardan silencio.