Solo nos faltaba creer en las buenas intenciones de quién fue condenado por terrorismo. Otegui ensalza ahora a Ernest Lluch, que fue asesinado por ETA, por su “diálogo”, pero no condena a la organización en la que militó. Desde luego, el delincuente no se ha reinsertado, pase a esta mazmorra y pene todo el daño que ha hecho, si le da tiempo en lo que le reste de vida.