Los ciudadanos saben que las campañas electorales son un espacio de tiempo especialmente apropiado para decir tonterías, incluso los que supuestamente dicen menos. Es el caso de José Borrell: “El problema más grave de Europa es el suicidio demográfico. Muere más gente de la que nace. Ese desequilibrio solo se puede suplir con la inmigración”.
Aceptemos que el trasunto demográfico es el problema más grave, no el paro, los nacionalismos, la crisis de valores, la inoperancia de la burocracia comunitaria, la falta de competitividad de Europa frente a los EEUU y China… Vale. Pero que la única solución sea la inmigración y no cite las políticas de fomento de la natalidad es una ofensa a la inteligencia, aunque quizá quede más progre que referirse a políticas que primen tener hijos con toda clase de incentivos.
Pase señor Borrell a esta mazmorra antes de irse al Parlamento Europeo, reflexione, quizá tenga a su salida mejores ideas que llevar a los debates.