La nueva comparecencia de Willy Toledo en un juzgado por dirigir insultos a la Virgen María ha puesto de manifiesto, una vez más, por si a algún despistado le cabían dudas, que este sujeto, tenga o no conciencia de que está ofendiendo a los que profesan el cristianismo en general, es un contumaz provocador que debe su conocimiento público a este tipo de exabruptos y a ningún mérito. Baje Toledo a esta mazmorra y no le pedimos que reflexione porque ese es un esfuerzo que él no puede alcanzar, pero sí le deseamos que purgue infeliz en la oscuridad que lleva dentro y ahora, también, fuera.