El ministro astronauta, Pedro Duque, fantasma de la política nacional, desconocido para los ciudadanos y del que no se recuerda ninguna iniciativa de interés, sigue en las nubes. Ahora, su ministerio quiere modificar los nombres de los Premios Nacionales de Investigación con criterios sectarios, como corresponde a su gobierno. Los rectores españoles se han opuesto a que se eliminen las referencias a Ramón y Cajal, Juan de la Cierva o Marañón. Se cargan las excelencias históricas para buscar otras que sean ideológicas. Baje usted, Pedro Duque, de las nubes y entre en esta mazmorra, a ras del suelo, que le hace falta más humildad para reconocer que no ha hecho nada que justifique que es ministro.