El Gobierno de Pedro Sánchez prefiere la fórmula del real decreto para gobernar, dejando el mínimo espacio posible para el debate y la enmienda de las demás fuerzas políticas. En año y medio de legislatura, el presidente se ha convertido en relación a los que le precedieron en el cargo en el que más utiliza el decreto ley. La pandemia y su debilidad parlamentaria son las razones de este despropósito. Durante 2020, el gobierno aprobó 39 decretos ley, en 2021 ya han sido aprobados nueve más.
Baje a esta mazmorra, Sánchez, donde debe tomar lecciones de parlamentarismo y democracia.