En la UE presionan al primer ministro Viktor Orban por la ley impulsada por Fidesz, su partido, y aprobada en el Parlamento húngaro. Diecisiete ministros europeos firmaron una carta contra la ley húngara que persigue prohibir toda referencia a la homosexualidad en contenidos a los que puedan acceder menores de 18 años,  y el 24 de junio diecisiete jefes de estados firmaron otra misiva. A esta injerencia de la UE -que no tiene competencia alguna en estos asuntos-, Orban replicó: “Lo primero que tienen que hacer es leer la ley y luego hablar, no al revés. Soy un luchador y defensor de los derechos de los homosexuales”, aclaró. Bajen a esta mazmorra los eurócratas que solo conciben que los demás piensen como ellos.