Que Podemos reciba en el Congreso de los Diputados a los familiares de los agresores a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua e intente cambiar los papeles de los verdugos por los de víctimas ya no sorprende en una formación política que se caracteriza por la defensa de la dictadura venezolana, su posición de observador ante los atentados yihadistas y un largo etcétera de pronunciamientos antidemocráticos. Conviene decirlo alto y claro: Podemos representa un peligro para la democracia española si está de parte de quienes patean -hay nueve imputados- a dos personas indefensas en el suelo. ¿No hay delito de odio en estos diputados de la formación violeta? Pasen a esa sencilla mazmorra y quédense hasta reparar tanto daño.