Es sabido que todo lo que tiene que ver con el franquismo se utiliza políticamente y cuando se puede contra la derecha, haciéndola así culpable de un régimen con el que hoy no tiene nada que ver, pero eso no importa. Ahora, en Málaga, al ex ministro José Utrera Molina, ya fallecido,  se le quiere retirar desde la oposición municipal la Medalla de Oro de la ciudad que le fue entregada por acuerdo plenario el 1 de julio de 1975, presidido entonces por el alcalde Cayetano Utrera Ravassa y al que asistió el entonces presidente de la Diputación y hoy alcalde, Francisco de la Torre.

José Utrera benefició a muchos malagueños con puestos de trabajo pero a la ciudad con numerosas realizaciones que a su gestión directa se deben, no por motivos ideológicos, como cree la oposición: la ampliación del hospital Carlos Haya, la Universidad Laboral, los cursos de promoción profesional de adultos, la creación de ocho ambulatorios, siete hogares y una residencia de pensionistas, la desaparición de las chabolas de la playa de San Andrés y un largo etcétera de hechos beneficiosos para los ciudadanos y que hoy, con dolor, pone de manifiesto su hijo en la prensa de Málaga. Cuando pesa más el criterio ideológico que el histórico y el humano solo cabe achacarlo a la ignorancia o al odio, o a ambos. Sea cual sea la opinión que se tenga del régimen anterior.