Y Vox llegó a Málaga y casi llenó la Plaza de La Marina el pasado domingo 18 de noviembre. Intervinieron José Enrique Lara, presidente de Málaga; Eugenio Moltó, candidato número uno al Parlamento andaluz; el ex juez Francisco Serrano, candidato a presidente de la Junta; Javier Ortega, secretario general del partido a escala nacional, y el presidente, Santiago Abascal, al que Ortega llamó el Cid Campeador, y que el propio Abascal consideró un exceso verbal. El perfil de los asistentes fue variopinto, desde jóvenes con una bandera de España a personas mayores desencantadas con PP, no hay un retrato único del seguidor de Vox más que el enfado que tienen con la actual representación política española.

La verdadera fuerza de Vox se percibirá el domingo 2 de diciembre, aunque su escenario fuerte serán las europeas -hay circunscripción única- y, por supuesto, las generales. En cualquiera de los casos, es un partido que ha venido para quedarse y flanquear por la derecha a PP que, necesariamente, perderá votos. Un agravamiento del conflicto catalán supondrá más seguidores de Vox.