La sucesión de disparates de este Gobierno no tiene fin. Uno de los últimos es desentenderse del adoctrinamiento en Cataluña. Así, la Alta Inspección del Estado, dependiente del Ministerio de Educación, no quiere saber nada de las denuncias de adoctrinamiento en las escuelas de aquella comunidad, como se refleja en un correo electrónico, al que tuvo acceso El Mundo, en respuesta a la Asamblea por una Escuela Bilingüe, que le había pedido auxilio tras la inacción de la Generalidad ante sus reiteradas quejas por falta de neutralidad en los centros educativos.
Más. El Gobierno retira el recurso que interpuso Rajoy contra el decreto que aprobó el gobierno balear, por lo que el Ejecutivo de Sánchez avala el catalán obligatorio para los médicos de aquella comunidad.
Y una tercera, el presidente Sánchez no ve motivos para la polémica por la fotografía en la que la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, aparece cocinando y cenando con el coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegui. José María Múgica, hijo del que fuera líder del PSE, Fernando Múgica, asesinado por ETA en 1996, pidió la baja en el partido. “Hay fronteras que no se pueden traspasar”, dijo con honor y valentía.