Cómo estará el establishment de identificado con lo políticamente correcto que un grupo de activistas de GreenPeace que irrumpieron días pasados en una cena oficial y al que hizo frente el secretario de Estado de Exteriores británico, Mark Field, agarrando a una de las protestantes, fue suspendido por la todavía primera ministra Theresa May. El mundo al revés. Los que alteran el normal desarrollo de una reunión privada y acceden a una sala saltándose cualquier resistencia, no son los censurados sino un cargo público que interviene, como es lo lógico, para expulsar a los intrusos. Bye, Theresa.