Entre las patochadas verbales más novedosas que conocemos figura la del presidente del Comité de los Derechos del Niño, Luis Pedernera, y de la responsable del Defensor del Pueblo en Inmigración, Elena Arce, que sostienen que el término “mena” (menores de edad no acompañados) es “deshumanizante” y proponen la denominación de niños migrantes. Lo que se esconde en este en apariencia inocente cambio terminológico es que algunos “menas” -que no todos, solo una minoría- han saltado a los medios de comunicación por los innumerables delitos que cometen, desde violaciones en grupo a asesinatos o robos, como puede comprobarse en las informaciones que se publican, aunque en muchas ocasiones se escamotea la condición de emigrantes para ocultar el problema que representan en la sociedad de acogida.