Ya se sabe que la izquierda cuida la educación como la vida misma, pero en el sentido de hacerse con ella para el conveniente adoctrinamiento de los votantes de mañana. Ya lo ha avisado la ministra y portavoz Isabel Celaá que ha parido que la Constitución no avala la libre elección del colegio de nuestros hijos. Quizá la todavía ministra esté avisando de lo que viene tras la formación de un gobierno de coalición PSOE-Podemos. Solo es un aperitivo.