Pedro Sánchez le espetó a Rajoy en un debate televisivo en 2015: “Para ser presidente del Gobierno de España hay que ser una persona decente. Y usted no lo es”. ¿Qué podría decirse de Sánchez tras el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal General del Estado? Se trata de una diputada socialista que antes de ser ministra de Justicia se reunió con las cloacas del Estado y no denunció los delitos de los que se hablaba en sus nauseabundos almuerzos. Bueno, pues ahora el CGPJ, aunque dividido y sin debatir su idoneidad, le ha dado su plácet. Y Pedro Sánchez tan feliz.