Mónica García -ahora subida a los cielos por su éxito electoral en Madrid- también muy activa, según Jiménez Losantos, por su doctorado falso y los piquetes de la marea blanca, y que cerraría el Zendal, aunque descongestione de enfermos el resto de hospitales de la capital, y que ha denunciado la “pobreza menstrual de las madrileñas”, es de la misma hechura ideológica que el recién caído Pablo Iglesias, es decir, comunista, lo que es decir todo acerca de su concepto de la libertad. Y conviene recordarlo porque algunos ciudadanos han pensado que era buena la renovación del liderazgo de la extrema izquierda en la capital del Reino, y si sustituyes a un comunista por otro no has cambiado nada, incluso has favorecido a Íñigo Errejón, de la misma hornada que Iglesias, Monedero, etc. Por cierto, que Errejón, el jefe de Mónica, elogiaba “las tres comidas diarias, gracias a la revolución” de Venezuela.