Un reportero de televisión fue interrumpido en su conexión en directo desde Pekín porque dos policías le impidieron continuar su trabajo, lo que es frecuente en el país comunista.
El corresponsal Sjoerd den Daas se encontraba informando de los Juegos Olímpicos y uno de los agentes forcejeó con el periodista y el otro policía apagó una luz que iluminaba aquel espacio para ayudarles en su trabajo.
El periodista ha declarado, para vergüenza del Comité Olímpico Internacional (COI): «Nosotros, al igual que varios colegas extranjeros, hemos sido obstaculizados o detenidos varias veces por la policía mientras informábamos sobre temas relacionados con los JJOO. Por lo tanto, es difícil ver este incidente como algo aislado, como afirma el COI, aunque tal interferencia rara vez ocurra en directo».