“El rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, abrió ayer el curso académico y señaló durante su intervención que las universidades «no pueden seguir en esta situación de escasez de recursos» y, bajo la premisa de que son tiempos de recuperación económica, reclamó más financiación para las universidades, las más afectadas por las medidas de austeridad.  Reconoció que la crisis «ha descapitalizado nuestras universidades provocando un profundo desánimo en los investigadores», por lo que hizo notar que «nuestras universidades no pueden seguir en esta situación de escasez de recursos”. Hasta aquí la noticia recogida del periódico La Opinión de Málaga. Ya en la última entrega de esta columna hablaba de la desatención de la Junta de Andalucía en los asuntos relativos a la sanidad y educación. Dentro de la Universidad el problema es análogo y no solo en Málaga y en Andalucía, sino en todo el país, como bien ha apuntado el rector. Se han disminuido de forma alarmante los recursos destinados a la Universidad y, dentro de ella, de manera aún más acentuada, a la investigación; y eso incide en quedarnos muy por detrás de los demás países de semejante nivel de desarrollo al nuestro. En la política de recortes hay algunas partidas, como ésta, que no deberían estar afectadas, pues ello repercute en nuestro desarrollo cultural y económico y hace descender la productividad-base de nuestra capacidad para competir en el mundo con otras empresas-, que ahora está basada en los bajos salarios exclusivamente. Si no invertimos en educación, también en la universitaria, no nos homologaremos con el resto del mundo desarrollado. No olvidemos que ninguna de nuestras universidades está en el ranking de las más adelantadas del mundo. Eso tiene más motivos que este, pero la aportación de recursos importantes es la base para poder competir en esta faceta con el resto. Richerdios