La Sonrisa de Gioconda - ESD161 - El Sol Digital
La Sonrisa de Gioconda – ESD161

La Sonrisa de Gioconda – ESD161

Hablábamos en la columna anterior de los tiempos finales de nuestra dictadura (sigue). Y para acometer la transición, ya muerto el dictador, de manera natural, aunque dramática, fue decisiva la actuación de aquellos que opugnaron la opresiva dictadura, sin que el tiempo transcurrido parvificase un ápice lo que, con su actuación arrojada y a veces temeraria, patentizaron primero e hicieron factible domeñar, superar y aniquilar después. Hubo que pactar muchos acuerdos, los cuales, aunque no les petaran a todos y hasta en ocasiones les resultaran baladíes o contrarios a sus ideas, eran precisos para llegar, con ecuanimidad, a un consenso, que permitiera convivir de forma civilizada, armonizando las diferentes maneras de pensar y ser. Todos recordaremos un pasquín o una pintada: aquella ocurrente de los tiempos posteriores a la muerte del caudillo y que se hizo célebre de inmediato: «contra Franco vivíamos mejor». Aunque el sentido que el autor de la frase intentaba transmitir pareciera diferente, lo cierto fue que la época de la transición, tal vez por la impaciencia a causa de la demora, a veces incomprensible, en alcanzar algo que se había estado esperando largo tiempo y se presentaba al alcance de la mano, alteraba los nervios de todos los opositores, haciéndoles precipitarse en muchas ocasiones y actuar de forma imponderable e inconcina con el objetivo de forzar las máquinas y que el barco atravesase más veloz aquellos mares procelosos y permitiera llegar al puerto de arribada en el menor tiempo posible. Las alternativas de una ruptura, que muchos deseaban y clamaban por ella, o una reforma, más sensata y factible, pero más lenta y difícil, fue un tiempo motivo de discordia y tal vez de retraso en el camino emprendido. La primera tenía el peligro de un nuevo enfrentamiento inmediato o futuro, al abrir nuevas heridas, nuevos choques violentos, además de los que ya propiciaba la errátil situación, y nuevas e hipotéticas motivaciones de resentimiento en los postergados o vencidos, si, en caso de inclinarse por esa posibilidad, se diera la vuelta total a lo anterior y se desembocara en una tercera república, como muchos deseaban, deponiendo al rey y dando paso a una probable ulterior depuración de los elementos hostiles. La segunda era más viable, pero exigía una mayor dosis de serenidad, paciencia y tolerancia hacia las ideologías de los adversarios; y un especial tino y acierto para lograr conciliar posturas contrapuestas. Se decantó la prudencia lógica por ésta, y aunque hubo que aguardar casi dos años largos y erizados de dificultades y dudas, mereció la espera el que se lograra una reconciliación, que, si no fue absoluta, sí alcanzó un grado aceptable, consiguiendo de esta forma un nivel importante en el consenso de la mayoría de los españoles, quienes, cansados ya de tantas confrontaciones en el pasado, ansiaban la paz, y con ella y la democracia y el desarrollo económico y social sostenido y creciente. (seguirá). Richerdios.

 

CABRA DE LUNA ABOGADOS

Deja un comentario

El email no será público.