La Sonrisa de Gioconda - ESD221 - El Sol Digital
La Sonrisa de Gioconda – ESD221

La Sonrisa de Gioconda – ESD221

Hay cosas que uno no entiende por más que se la cuenten. Y obras a las que nadie presta atención pero que resultan esenciales. Ahí tenemos el puente de El Perchel, también conocido como el puente del CAC, por la cercanía con el museo de arte contemporáneo. Se encuentra cerrado a cal y canto por motivos de seguridad. Presentaba daños estructurales tan graves que desaconsejaban su utilidad. Un puente, por lo demás nada antiguo pero que evidencia una absoluta impericia en su diseño y construcción.

Si algo tenemos los hombres de nuestro tiempo es esa arrogancia intelectual, y ese despecho hacia el pasado. Cuando presenciamos las grandes Pirámides, la Muralla China, Machu Pichu o los Guerreros de Terracota de la dinastía Qin sentimos una admiración que roza la incredulidad. ¿Cómo pudieron hacerlo si carecían de grúas, volquetes, cemento o acero?  Naturalmente, los conspiranoicos aducirán que una raza superior los aleccionó en ingeniería. Fíjense en los ingenieros romanos cuyas obras públicas han pervivido hasta nuestros días. Sirvan de ejemplo los innumerables puentes sobre los que transitan diariamente coches y vehículos pesados o sus asombrosos acueductos. Pero, he aquí, un puente relativamente moderno que por puro desgaste o mal diseño se quiebra. ¿De qué ha servido la tecnología del siglo XX?, ¿de qué han servido estudios previos, concursos públicos y licitaciones? Evidentemente, para nada.

Pongamos las cosas en su sitio. Tildemos de ineptos a quienes proyectaron y construyeron esa conexión viaria cuya corta vida proyecta el mayor ridículo.

Como ocurre siempre, su sustitución tendrá que esperar y mucho. Más de un año o incluso dos. El concejal de Ordenación del Territorio del Ayuntamiento, Raúl López, precisó que el proyecto podría prolongarse un año y medio, aunque “con cautela”. Seguramente, las obras se demoren aún más por lo que no tendríamos el puente operativo hasta 2022.  ¿Se adelantará el Metro a la Alameda al propio puente? Pasen y jueguen, jueguen y ganen.

Parece que no es una cuestión prioritaria aunque lo cierto es que deja sin acceso a un buen número de viandantes que acceden al Perchel a través de calle Salitre o Cuarteles. Los ciudadanos de a pie se verán obligados a utilizar como alternativa tanto el Puente del Carmen (a la altura del CARE) como el de la Misericordia que distan bastante, concretamente 1,2 kilómetros.

La concejala del distrito Centro, Gemma del Corral, volvió a dejar sugerentes perlas en sus últimas declaraciones. De hecho, se mostró contradictoria en lo que decía. Por un lado, explicaba que durante el primer mes y medio de cierre no hubo quejas de los vecinos. Sin embargo, al mismo tiempo incidía en el carácter “vital” para comunicar el Soho con el Perchel. ¿En qué quedamos? Si es clave, el propio consistorio es quien debe agilizar las cosas. No hace falta que los vecinos salgan a la calle a protestar o empleen la violencia. Por sentido común, habría que acelerar al máximo los trámites administrativos para licitar y adjudicar la obra. Se trata de un proyecto del todo necesario para la absoluta vertebración de una urbe. Una ciudad que no está para cuellos de botella, máxime en pleno corazón histórico y comercial.

CABRA DE LUNA ABOGADOS

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