“Rumores de un ataque terrorista pasadas las dos de la madrugada en la multitudinaria procesión de Nuestro Padre Jesús Cautivo, en Málaga, provocó histeria colectiva entre los asistentes y una avalancha que dejó dos heridos. Al parecer, una pelea entre varios jóvenes mientras desfilaban los tronos, hizo pensar en un atentado, lo que despertó una crisis de pánico en el centro de la ciudad”. Esta es la noticia de prensa que ha hecho saltar la alarma acerca de la sicosis que se está creando con los múltiples atentados de Isis, o Daesh, o como se quiera llamar a esa organización terrorista con sede en el denominado estado islámico entre Siria e Irak; una creación que no está aún claro cómo surgió ni por qué sigue existiendo, por la impotencia, si no, a veces, la connivencia de otros estados que, si no la apoyan, al menos la toleran o la ayudan comerciando con ella y permitiendo así que subsista económicamente. De esto ya hemos hablado aquí en otras ocasiones y el problema sigue existiendo y cada vez se hace más peligroso. Está además, entre otras consecuencias, haciendo crecer los partidos de extrema derecha en todo el mundo que se dice democrático. Pero el hecho cierto es que prácticamente todos estamos expuestos no importa a qué país pertenezcamos, y el miedo a las aglomeraciones donde es más factible un atentado a veces hace que la vida no la desarrollemos de la forma habitual y segura que requeriríamos. Ya es hora de que el mundo se conciencie y los que miran a otro lado se comprometan económicamente, puesto que al parecer la solución militar no da sus frutos.

Richerdios