Al menos dos famosos futbolistas españoles han sido denunciados por jóvenes menores de edad, que les acusan de haber sostenido con ellas relaciones no consentidas y propiciadas por un empresario del porno encarcelado provisionalmente por semejantes infracciones. El asunto se suma a otros protagonizados por diferentes futbolistas que presuntamente han cometido delitos económicos de variada índole. Todo ello nos lleva a meditar qué ocurre con este gremio. La mayoría, o una gran parte, de estos personajes salen de la marginación social y se encumbran de repente, muchos de ellos sin una formación básica por su procedencia, en ocasiones de familias desestructuradas. Llegan a ser millonarios y alcanzar la fama en escaso tiempo y sin haber hecho méritos previos, aparte su habilidad para jugar al fútbol u otros deportes. Les falta preparación intelectual y psíquica suficiente para asimilar esos estatus en los que de pronto se ven inmersos gozando de fortunas imprevistas. Por ello no es extraño que su comportamiento sea en ocasiones poco semejante a lo habitual en otros más conscientes de que el dinero no es un aval para hacer lo que uno desee por muy extraño y poco usual que sea. Es una conducta que también se da con cierta frecuencia en otros estratos de la sociedad: en la economía o en la política. Y en estos casos por gente más preparada.
Richerdios.