La proyección, para este año 2016, de recepción de turistas en España alcanza la cifra record de 72 millones. Esto nos afianza en el tercer puesto del mundo, casi alcanzando a EEUU, que es el segundo, y muy cerca ya de Francia, que ocupa el primer lugar. China también avanza imparable. Pero no es oro todo lo que reluce. Una cosa es la cifra o el número de turistas que llegan y otra el montante del consumo per cápita y la recaudación total por este concepto, que, aun así, sigue equilibrando nuestra balanza de pagos. Desde hace más de década y media este consumo por turista viene descendiendo y ello es debido a numerosas causas, entre las que la presión de los turoperadores y la proliferación de las líneas de bajo coste tienen su importancia, aunque no sean el único motivo. Es incuestionable que sería mejor recibir menos turistas y que dejaran más ingresos cada uno, lo que al final devendría en una ventaja al no tener tanta aglomeración en ciertos sitios, sobre todo algunas playas, y percibir los mismos o mayores ingresos. Es por tanto poco riguroso entender que las cifras absolutas son algo definitivo para la importancia del turismo. Francia y EEUU gozan en general de uno de más calidad y obtienen más rentabilidad de las personas a las que reciben. Nuestra política turística debe ir encaminada a mejorar no tanto el número como la rentabilidad y hacer que la calidad mejore.
Richerdios.