La entidad financiera malagueña Unicaja se está preparando para salir a Bolsa y a la expectativa de una «ventana de oportunidad» en la que las condiciones sean favorables. Fue su compromiso al adquirir Banco CEISS, pero no parece muy probable que eso ocurra antes del final del año en curso por la mala situación del mercado y el hecho de que las entidades bancarias acumulen pérdidas de hasta el 50 por ciento y más, ya que, aunque nuestra entidad esté saneada y su rentabilidad y solvencia sean elevadas, corre el riesgo de la caída de valor de las acciones en la salida a Bolsa. La incertidumbre política del país no es favorable por otra parte. El nuevo presidente, Manuel Azuaga, afirma que todo está preparado, pues lleva trabajando en ello más de un año, como se afirmó tras el último consejo ordinario de Unicaja Banco, pero también se dijo que aún no había decisión tomada, ni fechas decididas. Se ignora este último asunto, el número de acciones que saldrían al mercado y cómo se puede realizar la ampliación de capital o poner a la venta parte del ya existente. Aunque se pospusiese para el próximo año, no se vulneraria el compromiso con Bruselas y los accionistas de CEISS, ya que solo se comprometió a ofrecer un plan viable antes de 2017, y eso se ha llevado a cabo. Se contrató a UBS y Morgan Stanley para colocar las acciones y a Rothschild como asesor, los cuales han hecho su labor. En tanto unos quince mil pequeños ahorradores, que canjearon sus bonos de Caja Duero y Caja España por los de Unicaja, esperan que esto dé fin para recuperar su dinero. Esperamos por su bien y por el de esta ciudad que no se demore la culminación de este proceso empresarial.
Richerdios.