El jueves 13 de abril, Jueves Santo, tuvo lugar la inauguración de Obiobe, en calle Martínez Campos, número 12, el Soho como ahora quiere el Ayuntamiento que se le llame. Pero lo que podría haberse convertido en un acto de presentación al público de un buen restaurante, fue un desastre que los propietarios rezan para que se olvide. Por razones que no se le ofrecieron a los comensales, los cocineros no habían hecho su trabajo y se disculpaban los camareros con un “hasta dentro de 15 o 20 minutos no vamos a poderle servir”, después resultó que ese tiempo se quedó corto y algunos potenciales clientes se marcharon. Si esta imprevisión y mal hacer se dan en otras áreas del negocio, el fracaso está asegurado. Esperemos que los responsables hayan tomado nota.