Usted llama a la Agencia del ISBN y es muy probable que escuche cada 15 segundos “nuestras líneas están ocupadas. Espere o llame más tarde. Gracias”. Una y otra vez. ¿No piensan en la Agencia que ya ha escuchado el usuario el mensaje y no es necesario repetirlo? Está claro que podrían contar con más telefonistas pero eso eleva el presupuesto, así que optan por un mal servicio y que sea el ciudadano el que espere o desespere. Práctica muy extendida en nuestro país, desde las operadoras de telefonía a los bancos o las mismas Administraciones Públicas.