Al Ayuntamiento de Marbella llama una ciudadana preguntando por el responsable de las charlas escolares, en Cultura, y no solo nadie lo sabe sino que emplazan a la señora a que llame el día 13 de este mes pues la persona que podía atenderla está de vacaciones. ¿Y no la sustituye nadie y se paraliza el servicio?, ¿ocho días para resolver un asunto? Es solo un ejemplo de un mal servicio público. Pero hay tantos como uno quiera. Otro: el teléfono de la centralita de Educación de la Junta de Andalucía en Málaga no para de comunicar y si en alguna ocasión lo hace no lo atiende nadie, de ahí que al ciudadano le resulte imposible satisfacer su necesidad de información.