Esta semana debemos referirnos a las quejas de muchos ciudadanos por la falta de respuesta de las redes sociales, Facebook y Twitter, principalmente, ante los mensajes de odio, insultos, rumores malintencionados, mentiras y toda clase de inmundicias que se esparcen en los caracteres de la pantalla por algunos indocumentados que así dan rienda suelta a toda la violencia que llevan dentro.
En Alemania, está próxima a entrar en vigor una ley que prevé fuertes multas para las redes sociales que no borren en un breve plazo de tiempo las maldades por escrito a las que se entregan miles de peligrosos individuos. La libertad de expresión no tiene nada que ver con la impunidad para agredir por escrito o amenazar con hacerlo físicamente. Los nuevos fenómenos sociales, como los que se derivan de las redes sociales, no deben estar, como ningún otro, al margen de la ley.