El lunes 16 de julio por la tarde, el servicio de taxis (952 320000) en la ciudad de Málaga estaba desaparecido, más de 30 minutos tardó un ciudadano en que le enviarán un servicio en el centro de Málaga. Ya la atención de la señorita operadora de la central era de libro de mala atención al cliente: descuelga, se queda callada y a la espera de que sea el cliente el que hable, después le dijo “un segundillo” y más tarde “vale, te lo mando”. De usted nada, eso serías demasiada educación.
El ciudadano en cuestión tenía una cita en el Hospital Quirón a las 18.10 de la tarde. Llamó al servicio de taxi a las 17.40 y llegó a su destino a las 18.30, tarde. Pero los taxistas se oponen a que haya más taxis en la ciudad porque piensan que cabrían a menos servicios, y también se oponen, claro, a UBER y Cabify. Pero el mal servicio lo aseguran, de eso no hay que preocuparse.