Ya hemos tratado de este asunto en otras ocasiones, pero repetidamente las grandes firmas tecnológicas se empeñan en decirnos qué tenemos que hacer, con independencia de que queramos o no. Es el caso de las actualizaciones de los equipos informáticos, por ejemplo. Así, HP dispone las cosas de tal forma que después de algunos avisos no da opción para que el usuario de su ordenador de sobremesa no actualice con las últimas novedades el mismo. Sí o sí, esa es la libertad que permite a quien primero con sorpresa y después con rabia ha de contemplar cómo se actualiza su ordenador, quiera o no, para que le conduzcan por la dirección que la compañía multinacional desea. La UE debiera limitar y vigilar más de cerca estos procederes que atentan contra la libertad del usuario.