Las pesadillas del ciudadano tienen muchas veces que ver con las operadoras de telefonía y los bancos, también están los políticos, por supuesto. En el caso de la telefonía, ya sabe usted que se enfrenta a un operador automático que le pide toda clase de datos para que se identifique, etc., etc. Pero cuando un usuario lleva más de un año intentando cambiar la velocidad de la fibra en su domicilio, para incrementar la navegación por la red, y dos veces le han instalado y desinstalado la fibra porque se quedaba sin televisión, que también tenía contrada con la misma compañía, pues está más que justificada su desesperación. La operadora se llama Vodafone.