Son muy pocas las desarticulaciones policiales de grupos criminales que se dedican a la extorsión o las estafas a través de internet. Redoblar los esfuerzos e incrementar los efectivos humanos y las dotaciones presupuestarias para combatir esta plaga de desalmados que hoy te exigen una cantidad en bitcoins después de hacerse con tu contraseña o te envían un correo electrónico con la excusa de un pretendido fallo de seguridad de tu cuenta bancaria se convierte en una demanda popular muy extendida. A estas alturas del desarrollo tecnológico, los poderes públicos deben invertir para ir a la par, o por delante, de estos criminales del teclado.